‘LA DELGADA LÍNEA AMARILLA’ / Celso García debuta con esta película sobre la amistad y la hermandad, producida por el cineasta Guillermo del Toro y protagonizada por Damián Alcázar. www.cinesrenoir.com

Celso García es un cineasta mexicano que con su cortometraje La leche y el agua consiguió cierta relevancia, sobre todo después de su paso por 46 festivales internacionales en los que ganó 26 premios. Con el apoyo de Guillermo del Toro se lanzó a rodar su primer largometraje, una hermosa historia de amistad y de hermandad que llega ahora a España.

La idea de la película se le ocurrió durante un viaje a San Luis Potosí. En el camino vio a unos trabajadores pintando las líneas de la carretera y ellos le inspiraron no solo el relato que quería contar sino también la forma en que quería hacerlo, más sencilla y sobre todo honesta y con pocos alardes técnicos.

El director muestra a un hombre mexicano muy alejado del ‘macho’ que aparece habitualmente en el cine

Con guion propio, la película –que se alzó en el Festival de Gijón con el Premio Especial del Jurado- es el viaje de cinco hombres que han sido contratados para pintar la línea divisoria de una carretera que conecta dos pueblos mexicanos. Subidos en una camioneta viaje comienzan un trabajo que deberán realizar a lo largo de más de doscientos kilómetros y que tendrán que finalizar en menos de quince días.

Estos personajes se han reunido por el azar, no tienen aparentemente mucho que ver unos con otros, excepto por la necesidad de ganar unos pesos con su trabajo. Sin embargo, el tiempo que pasan juntos, trabajando y viviendo, haciéndose sus confidencias, o no, cambia su forma de ver la vida y de entenderla.

“Es una historia universal, que habla sobre cómo los humanos entretejemos historias con la gente más cercana a nosotros”

El popular actor mexicano Damián Alcázar encabeza el reparto de la película, en la que está acompañado por Joaquín Cosio, Silveiro Palacios, Gustavo Sánchez Parra, Tara Parra y Enoc Leaño. Actores para una película predominantemente masculina, en la que el director muestra a un hombre mexicano muy alejado del ‘macho’ que aparece habitualmente en el cine.

“Consideraba que era una historia muy mexicana y temía que no conectara con el público extranjero”, aseguró a un medio de su país el cineasta, que añade: “Ahora veo que La delgada línea amarilla es una historia universal, que habla sobre la hermandad, amistad y cómo los humanos entretejemos historias con la gente más cercana a nosotros, creo que eso hizo que esta historia trascendiera y conectara con todo tipo de público”.