‘LAS BUENAS INTENCIONES’ / El director y guionista Gilles Legrand cuenta en esta película la frustración de una mujer adicta a las causas benéficas. La protagonista es Agnès Jaoui. www.cinesrenoir.com

La actriz y directora Agnès Jaoui es la protagonista de la nueva película de Gilles Legran, Las buenas intenciones, una comedia con tintes dramáticos con un fondo de realidad social, de personas en el estrato más sensible y frágil de la sociedad que, desgraciadamente, dependen de la solidaridad de los demás.

Con un guion de la dramaturga Léonore Confino, y la colaboración en él del propio director, la película cuenta también en el reparto artístico con la participación de intérpretes como Michèle Moretti, Philippe Torreton o Claire Sermine, al lado de no profesionales, como Roméo Hustiac, un hombre que vivía con su familia debajo de un puente en Marsella.

Las buenas intenciones presenta a Isabelle, un mjujer adicta a las causas benéficas. Está siempre yendo de una acción humanitaria a otra. La llegada de una carismática benefactora al centro social donde trabaja amenaza su posición. Como una forma  de restaurar su reputación, Isabelle decide abrir una escuela para refugiados, cueste lo que cueste.

“No quería hacer un drama social. Quería que nos riéramos de esas situaciones, teníamos que jugar con esos clichés y conjugar a los actores con sus personajes. Si hubiera contratado actores más reconocidos para interpretar a esta pandilla de analfabetos, sí que habría caído en clichés vacíos. Pero seleccioné a actores menos conocidos o a personas con poca experiencia en la interpretación”, explica el director.

“No quería burlarme ni cachondearme de sus personajes, pero sí que quería intentar crear comedia. Así que sí, estábamos sobre un hilo muy fino –añade Legran-. La película no perdona a nadie, ni a los que dan ni a los que reciben. Ni a Isabelle, su familia pasiva ni a los estudiantes, como se dice en el sector humanitario”.