Jueves, 28 Marzo 2024
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Antonio Méndez Esparza: “A veces con la realidad debería bastar”

‘LA VIDA Y NADA MÁS’ / El cineasta retrata la realidad de una familia negra en Florida con la que aniquila ‘el sueño americano’. Estrenada en San Sebastián, su protagonista femenina es candidata a Mejor Actriz en los Independent Spirit. www.cinesrenoir.com

Regina vive en el Norte del estado de Florida con sus dos hijos. La pequeña tiene tres años y Andrew es ya un adolescente. Víctimas de la crisis y de la desigualdad social, las cosas no son fáciles para ellos, que se resienten en sus relaciones familiares. La vida de estos, inspirada en muchos casos de la realidad, sirve al cineasta de perfecto espejo en el que reflejar la situación de la inmensa mayoría de la población de EE.UU. hoy. Protagonizada por actores no profesionales, la película se estrenó en el Festival de Cine de San Sebastián, tras el que ha recorrido muchos otros. Ahora, Regina Williams, su protagonista, es una de las candidatas al máximo galardón de interpretación de los Independent Spirit, los premios más importantes del cine independiente. Antonio Méndez Esparza, en sus notas de dirección, ha hecho una declaración de intención aprovechando una cita de Cesare Zavattini, guionista de Ladrón de bicicletas, de 1952: “La realidad es enormemente rica, y la tarea del artista no es hacer que la gente se mueva o se indigne en situaciones metafóricas, sino hacer reflejar estas situaciones (moviéndote e indignándote si te conviene) en aquello que ellos y los demás están haciendo, en lo real, exactamente en como ellos son”.

LA GRAN ILUSIÓN.- Reflejar la realidad en el cine, ¿por qué y para qué?

ANTONIO MÉNDEZ ESPARZA.- Zarattini escribió esa frase años después de Ladrón de bicicletas y desde que la leí ha sido una fuente de inspiración para mí. No es un gran ensayo, pero contiene esa gran idea de que a veces con la realidad debería bastar.
“Nos falta tiempo para reflexionar, la realidad nos machaca y no tenemos tiempo de reflexionar si estamos consumiendo todo”

LGI.- ¿Basta con la realidad de hoy?

AME.-Nos falta tiempo para reflexionar, la realidad nos machaca. Ahora vivo en EE.UU. y, allí creo que más, tengo que filtrar las cosas que leo y las que veo, porque acabas aturullado. Cada vez hay más información, pero hay que filtrarla, no tenemos tiempo de reflexionar si estamos consumiendo absolutamente todo.

LGI.- ‘La vida y nada más’ ¿no está también en la tradición naturalista?

AME.- Sí. Ya decía Zola que las circunstancias eran muy importantes y en la película el contexto es fundamental. Quería mostrar esa presión externa constante que viven los personajes. He vivido en EE.UU. en Nueva York, pero ahora vivo en Tallahassee (Florida) y lo que antes era fácil no ver, ahora ya no es tan fácil. Me doy cuenta de lo difícil que es para mucha gente la vida. Por eso en EE.UU. ahora hay tantas voces alzadas, porque es casi imposible cambiar el estatus social.
“Aunque vivamos aún con la idea de la libertad y de la igualdad de oportunidades, esta no existe”

LGI.- ¿La mentira del sueño americano?

AME.- Occidental, aunque vivamos aún con la idea de la libertad y de la igualdad de oportunidades, esta no existe. Y la pregunta es ¿qué pasa con todas las dificultades?

LGI.- Los políticos cada vez más separados del pueblo, ¿las grandes grietas de la democracia?

AME.- Vi la película ‘Newton’ de India, una comedia muy ácida de un funcionario medio al que le asignan ser jefe de mesa en una votación en un pueblo de 60 personas, donde además hay amenaza de terrorismo. Es un retrato de la farsa de la democracia que me dejó descolocado, sobre todo cuando oí al director decir que India siempre dice que está orgullosa de ser la mayor democracia del mundo.

LGI.- Pero ese abismo entre la gente y la política…

AME.- Es muy real, la gente está muy alejada del sentimiento político de que las cosas van a poder cambiar. Cuando estábamos rodando, en campaña electoral, apareció un representante de Hillary Clinton, que nos dijo que si no la votábamos a ella nos iban a quitar los beneficios. Uno de los actores le dijo que nunca había visto a Hillary Clinton pasarse por allí a ver cómo era su realidad. A cambio, hay un movimiento ciudadano maravilloso. Por ejemplo, había entonces muchas acciones para pedir que se permitiera votar a los antiguos presos, no les dejan votar durante 25 años.
“El retrato que ha quedado ha nacido de un modo un poco inconsciente, pero es verdad que son las mujeres las que mandan”

LGI.- Usted retrata con mucho respeto a la mujer de esta historia, incluso en su decisión de seguir adelante con su embarazo o no. ¿Era más o menos importante esto en su historia?

AME.- Eso es algo real que surgió del proceso de investigación de la película. En la realidad, Regina tiene cuatro hijos, es una vida difícil, pero ella la ha decidido. La dignidad de esa mujer es fruto de muchas entrevistas y de ver a muchas mujeres. Creo que el retrato que ha quedado en la película de mujeres y hombres ha nacido de un modo un poco inconsciente, pero es que es verdad que son las mujeres las que mandan. Estaba realmente en el contexto de estas personas.

LGI.- Como cineasta, ¿le agrede ver personajes femeninos que no corresponden en absoluto a la realidad?

AME.- Bueno, puedo ser muy crítico algunas veces, pero yo soy un cineasta minúsculo, consciente de que no puedo ser absolutista, de que tengo que estar abierto. Soy profesor de Universidad. Pero a mis alumnos siempre les digo que hay que conceder integridad a los personajes, ser honestos con los personajes que quieren representar.
“Estar muy cerca de una historia así te provoca una conmoción, te ayuda a respetar, a solidarizarte”

LGI.- Vuelvo a la pregunta del principio, ¿por qué retratar esta realidad?

AME.- Por conocer y reflejar un país que desconozco, tiene que ver con el cine como experiencia existencial, quiero conocer una realidad que está tan cercana a mí y de la que no sé casi nada. Trabajando para la película, conocí a gente que se había enfrentado a cosas dificilísimas, a años de cárcel… pero que tenía un espíritu de resistencia y de superación muy hermoso. Como dice Tarkovski en ‘Stalker’: “Todo al final merece la pena”. Son lecciones de vida.

LGI.- ¿Sus personajes, familias de clase trabajadora en precario, son los héroes del siglo XXI?

AME.- Sí, desde luego, para mí, Regina es una heroína y su hijo Andrew se enfrenta a sus miedos. Estar muy cerca de algo así te provoca una conmoción, te ayuda a respetar, a solidarizarte.
“Como creador hay que intentar apuntar al problema, es tu responsabilidad, sin aprovecharte nunca de lo que estás señalando”

LGI.- ¿Esta vocación realista de su película es parte de ese respeto?

AME.- Sí, por eso admiro a cineastas como los Dardenne. El cine que por vocación más comercial se aleja de la realidad hasta en los modos de hablar, que fabrica estereotipos, crea una realidad impostada que es muy dañina.

LGI.- ¿Y dónde coloca el debate del aprovechamiento para el arte de la pobreza de los otros?

AME.- Como creador hay que intentar apuntar al problema, es tu responsabilidad, sin aprovecharte nunca de lo que estás señalando. De ahí que la película tenga un fuerte contexto político, pero también es mi deber ofrecer una nota de esperanza. Sí, los personajes sobreviven y pueden ser felices, pero hay que mostrar lo difícil que puede ser eso, porque eso nunca es fácil. Dirección: ANTONIO MÉNDEZ ESPARZA. Guion: ANTONIO MÉNDEZ ESPARZA. Producción: PEDRO HERNÁNDEZ SANTOS. Fotografía: BARBU BALASIOU. Montaje: SANTIAGO OVIEDO. Reparto: REGINA WILLIAMS, ANDREW BLEECHINGTON, ROBERT WILLIAMS. Distribuidora: WANDA FILMS. Estreno: 1 de diciembre de 2017. Puedes comprar tu entrada aquí.

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