‘DÍA DE LLUVIA EN NUEVA YORK’ / Woody Allen vuelve a pasear a sus personajes por su queridísima Nueva York y, de paso, esboza algunos pequeños vicios de los profesionales del cine. www.cinesrenoir.com

"Nueva York es muy bello en esos días grises, neblinosos o lluviosos. Hay algo en esa iluminación tenue y en que las calles se limpien", dice el veterano Woody Allen que en esta película vuelve a pasear a sus personajes por su queridísima ciudad. El filme llega a Europa sin haberse estrenado en EE.UU., donde Amazon lo tiene secuestrado. Allen, por su parte, ha demandado a la compañía por sesenta millones de dólares.

Protagonizada por Timothée Chalamet y Elle Fanning, Día de lluvia en Nueva York insiste en algunas de las imágenes y obsesiones del cineasta. Así, la historia comienza en el campus de una Universidad, con campos verdes y estudiantes en aulas elegantes. Un paisaje que permite una presentación casi inmediata de sus protagonistas.

Allí estudia la pareja de enamorados de esta historia, Gatsby Welles y Ashleigh. Ella escribe en la revista del centro y la han encargado una entrevista con un cineasta de prestigio, Roland Pollard. Es la circunstancia ideal para que ambos pasen un romántico fin de semana en Nueva York. Una vez que llegan a la ciudad, se tuercen un poco los planes que han hecho.

Mientras ella entrevista al reconocido cineasta, su novio se topa por casualidad con Chan, una antigua conocida que removerá en el joven ciertos sentimientos del pasado. Además, a Ashleigh le nacen dos nuevos pretendientes, el escritor Ted Davidoff y el cautivador Francisco Vega. Con todos estos imprevistos, ¿qué podría salir mal?

Jude Law, Selena Gómez, Liev Scheiber y Diego Luna interpretan a todos estos personajes que aparecen repentinamente en la vida de los dos protagonistas en cuanto estos pisan las calles de Nueva York. El filme es la interpretación de Woody Allen de las antiguas películas románticas de Hollywood. “Siempre me han encantado esas películas. Me parecen maravillosas”.

“Esta es una historia de amor, y me estimulaba la idea de enmarcarla en una estampa romántica de Nueva York bajo la lluvia. Creo que es una película positiva. Creo que Gatsby se encuentra a sí mismo durante ese fin de semana. Logra una mejor relación con su madre, y llega a una conclusión sobre la mujer de su vida”.