Jueves, 28 Marzo 2024
Reportajes

"Bueno, nadie es perfecto" / Cuando no parecen hechos el uno para el otro

Osumane Diakhité (Omar Sy) y François Monge (Laurent Lafitte), los protagonistas de Incompatibles, parece que no hablan el mismo idioma. Criado en los suburbios, el primero, el segundo es un pijo del centro de París, y aunque los dos son policías, desde luego interpretan el oficio de forma diferente. Opuestos en las formas, al final se irán acercando. Dos que no se entienden, con personalidades opuestas, que ven el mundo desde rincones lejanos… que no parecen hechos el uno para el otro… siempre han dado mucho juego –buen juego- en el cine.

‘Con faldas y a lo loco’, Billy Wilder (1959)

Hay parejas incompatibles en el cine, pero ninguna tan entrañable e inolvidable como la que forman Jerry (Jack Lemmon) y Osgood Fielding III (Joe E. Brown). Imborrable el diálogo final entre ambos, cierre maravilloso a una grandísima comedia. “No me comprendes, Osgood. Soy un hombre” / “Bueno, nadie es perfecto”.

‘¿Qué fue de Baby Jane?’, Robert Aldrich (1962)

Jane y Blanche Hudson fueron niñas felices, pequeñas estrellas de Hollywood. Pero el caprichoso público se olvidó de la primera, mientras siguió amando a la segunda. A Blanche no le acompañó mucho tiempo la suerte y, tras un accidente, quedó atada a una silla de ruedas. Ahora siguen juntas, pero una disfrutando atormentado a la otra. Hermanas, pero irreconciliables.

‘La extraña pareja’, Gene Saks (1968)

Jack Lemmon y Walter Matthau son absolutamente incompatibles, pero ambos están divorciados y deciden compartir un apartamento. Uno es un obseso del orden y la limpieza, el otro es puro caos. Con guion de Neil Simon, la película contaba también en el reparto con John Fiedler y Herb Edleman.

‘The Master’, Paul Thomas Anderson (2012)

Joaquin Phoenix y Philip Seymour Hoffman, en unas interpretaciones que están rozando la genialidad, encarnan a dos personajes que se buscan y se necesitan, e intentan por todos los medios conseguir encajar uno con otro, aunque realmente ambos saben que eso es algo que no ocurrirá nunca. Una grandísima película de Paul Thomas Anderson.

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