‘I AM NOT YOUR NEGRO’ / La película documental de Raoul Peck es una de las grandes obras políticas de los últimos años, un espléndido repaso por la historia de la segregación racial en EE.UU. realizado sobre Remember this House, el libro inacabado del escritor y activista por los derechos civiles James Baldwin. www.cinesrenoir.com

En El show de Dick Cavett, en 1968, éste le preguntó a James Baldwin, referente en la lucha por los derechos civiles de los negros en EE.UU., “¿Por qué los negros no son más optimistas?”. Baldwin contestó: “Sinceramente, no creo que haya mucha esperanza mientras la gente siga hablando de esta forma tan peculiar. La pregunta no es qué está ocurriendo con los negros, con las personas de color, aunque para mí sí sea un asunto relevante ¿sabe?, la pregunta es qué va a pasar con este país, insisto”.

Son las primeras imágenes del escalofriante documental con el Raoul Peck aspiró al Oscar, I Am Not Your Negro, un repaso por la historia de la segregación racial en EE.UU. construido sobre Remember this House, la obra inacabada de James Baldwin. Fragmentos extraídos del libro original, imágenes de archivo de discursos –racistas y pro derechos civiles-, manifestaciones –“Black Lives Matter”-, agresiones, películas y fotografías de gran valor documental van apareciendo sobre la poderosa voz del narrador, Samuel L. Jackson. Y todo ello se va levantando sobre las vidas y los posteriores asesinatos de tres amigos del autor: Marthin Luther King, Malcolm X y Medgar Evers.

Los tenebrosos finales de los cincuenta y los funestos sesenta -en que se produjeron los tres asesinatos- marcan una época crucial en la historia del racismo en América. Un país que permitió que varios acontecimientos que pudieron empezar a salvar su dignidad se convirtieran en colosales vergüenzas.

Baldwin recuerda el momento en que vio la fotografía de Dorothy Counts tomada el 4 de septiembre de 1957 en Charlotte, Carolina del Norte. Tenía quince años e iba a asistir a su primer día de clase en el Instituto Harry Harding, hasta entonces solo para blancos. Nadie se había atrevido antes a dar este paso en un estado segregacionista. En la imagen camina hacia el centro, mientras decenas de blancos la siguen burlándose de ella. “Me enfureció, me llenó de odio y de pena a la vez, Alguien debería haber estado con ella. Esa tarde me fui de París. Era mi momento de volver a casa”.

Heroínas y héroes como ella, aparecen en esta película documental, en la que al director le sirven muy bien imágenes de películas como Un lunar en el sol, Un rayo de luz, La cabaña del tío Tom y muchas otras para enfrentar los dos mundos que existen en EE.UU. Un país en el que Baldwin habla del terror social y de la nación cristiana con iglesias para blancos y negros, de sindicatos no puede haber personas negras…

“Han pillado a todas las naciones de Occidente con las manos en la masa, defendiendo la mentira del humanismo fingido”, dice en un momento de la película Baldwin, con quien llega el estremecimiento al escucharle confesar –con imágenes del momento de la matanza de Elephant, de Gus Van Sant-: “A veces siento que es un verdadero milagro que toda la población negra de EE.UU. no haya sucumbido a la paranoia de la furia”.

Una banda sonora impresionante, unas imágenes impactantes, un discurso valiente y rabioso convierte I Am Not Your Negro en una de las grandes obras políticas del cine de los últimos años. Una película necesaria, comprometida, impecable cinematográficamente, que deja casi en sus últimos minutos una reflexión de James Baldwin, emocionante, imponente: “La historia no es el pasado, es el presente. Este es mi testimonio: el mundo no es blanco, nunca lo fue, ni puede serlo. El blanco es una metáfora del poder y solo es una forma de describir el Chase Manhattan Bank”.