‘ATARDECER’ / El segundo largometraje del cineasta húngaro László Nemes conquistó el Premio FIPRESCI de la crítica internacional en Venecia y el Premio Eurimages en Sevilla. www.cinesrenoir.com

“Atardecer es una película sobre la civilización en sus encrucijadas. En el corazón de Europa, en la cumbre del progreso y la tecnología, sin haber sido escrita, la historia personal de una mujer joven se convierte en el reflejo de un proceso que es, en sí mismo, el nacimiento del siglo XX”, explica el director y guionista húngaro László Nemes sobre su segundo largometraje, que estrena tras su espectacular debut con El hijo de Saúl.

Con un guion escrito por él mismo junto a Clara Royer y Matthieu Taponier, la película es la historia de una mujer, Írisz Leiter, interpretada por la actriz Juli Jakab, a quien acompañan en el reparto de esta película los intérpretes como Lad Ivanov, Mónika Balsai y Sussane Wuest, entre otros.

“Tenía en mente la idea de hacer una película sobre una mujer, solitaria, perdida en su mundo, un mundo que intenta, pero no consigue, entender”

Ambientada en 1913, en la ciudad de Budapest, la historia comienza cuando la protagonista, después de pasar su infancia en un orfanato, llega a la capital húngara con veinte años y la esperanza de trabajar de sombrerera en la antigua tienda de sombreros de sus padres biológicos.

Ahora el local está en manos de Pero Oszkar, que rechaza a Írisz cuando llega. La joven mujer tendrá, entonces, que enfrentarse a su pasado y así descubre la existencia de un hermano que nunca supo que tenía. Su misión de encontrarlo la lleva a descubrir oscuros secretos mientras el país se prepara para el caos de la guerra.

“En el corazón de Europa, en la cumbre del progreso y la tecnología, la historia de una mujer joven se convierte en el reflejo del nacimiento del siglo XX”

“Incluso antes de empezar mi primer trabajo, El hijo de Saúl, tenía en mente la idea de hacer una película sobre una mujer, solitaria, perdida en su mundo, un mundo que intenta, pero no consigue, entender. Probablemente por la influencia de una innegable tradición literaria y cinematográfica de Europa central, he caído en un personaje principal que está, en parte, rodeado de misterio y que cuyas acciones deben ser analizadas y reanalizadas por el público continuamente, hasta convertirse en una figura de una dimensión inesperada, como una especie de Juana de Arco de Centroeuropa”, dice Nemes.

Atardecer se sitúa antes de la Primera Guerra Mundial en el Imperio austrohúngaro, “un estado aparentemente próspero y plurinacional, con una docena de lenguas y diversas culturas, y cuyas boyantes capitales, Viena y Budapest, eran el centro cultural del mundo. Sin embargo, frente a este trasfondo floreciente, se encuentra la realidad de las fuerzas ocultas que están a punto de destrozarlo todo”.