‘UN LUGAR TRANQUILO’ / John Krasinski se gana a la crítica con esta película de terror protagonizada por él mismo y su pareja, la actriz Emily Blunt. www.cinesrenoir.com

Escrita junto con Scott Beck y Brian Woods, la nueva película de John Krasinski, Un lugar tranquilo, se ha convertido en el más reciente fenómeno del cine de terror en EE.UU. Protagonizada por él mismo y por la actriz Emily Blunt, pareja en la vida real, es una historia de supervivencia de una familia en medio de un bosque.

Millicent Simmonds, la pequeña protagonista de la reciente Wonderstruck, el museo de las maravillas es otra de las actrices de este filme, donde comparte cartel con otros dos niños intérpretes, Noah Jupe y el debutante Cade Woodward. Con ello, Leon Russom completa el cartel.

“Percibí que tras la historia superficial subyacía una interesantísima, y aterrorizante, metáfora sobre lo que supone ser padre”

Esta es la historia de una familia que ha decidido llevar su vida a un lugar de paz y se ha instalado en una casa en un bosque. Allí, de pronto, comprenden que tienen que empezar a vivir en el mayor silencio posible si quieren sobrevivir. Unas extrañas criaturas que cazan guiándose por el sonido, les amenazan.

El guion de Un lugar tranquilo llegó a manos de John Krasinski en un momento muy especial de su vida, cuando tuvo su primer hijo. “Un momento vital en el que tenía que abordar todos los temores que se plantean a los padres primerizos, cómo mantener seguras a mis hijas, cómo ser un buen padre, así que conecté con la historia en un plano profundamente personal. Percibí que tras la historia superficial subyacía una interesantísima, y aterrorizante, metáfora sobre lo que supone ser padre”.

“Me puse a pensar en los extremos a los que llegarían unos padres para proteger a sus hijos, haciendo lo que fuera”

La historia tocó su fibra sensible y disparó su imaginación. “Me puse a pensar –explica- en los extremos a los que llegarían unos padres para proteger a sus hijos, haciendo lo que fuera, por imposible que pareciese, como vivir sin hacer ni un ruido. Se abrió ante mí un mundo de posibilidades. Era una idea que tenía múltiples facetas que quería explorar".

La película, la primera en la que Krasinski compagina las labores de guionista, director e interpretación, bebe de muchos elementos propios del cine de terror en el que se enmarca, y aprovecha especialmente el sonido y su tratamiento para provocar diferentes reacciones en el espectador.