‘CLAN SALVAJE’ / Jean-Charles Hue vuelve a rodar con la familia yeniche de los Dorkel, con los que trabaja desde 2003, y hace con ella un policiaco encerrado en la atmósfera real de este clan. www.cinesrenoir.com

Premio Jean Vigo 2014 y Premio a la Mejor Película en el Festival de Cine de Turín, la nueva obra de Jean-Charles Hue está muy próxima al cine de género, podría decirse que es un policiaco, aunque marcado con el sello personal del cineasta y sumergido en las tradiciones y la personalidad auténtica del clan de los Dorkel. Los miembros de esta familia yeniche, etnia a la que llaman los ‘gitanos blancos’, llevan rodando con el director desde 2003 y ahora vuelven a hacerlo para contar una historia de crecimiento y de elección vital. Esta es la historia de Jason, quien con 18 años está a punto de asistir a la ceremonia de su bautismo. Es entonces cuando reaparece su hermano Fred, después de quince años en la cárcel. Con este y con otro de los hermanos, Mickaël, los más violentos, el clan Dorkel se lanza a la carretera para robar un cargamento de carbón.

“Muchos de estos jóvenes se sienten obligados a ponerse a prueba, yendo a robar o desafiando a la policía”

La verdadera decisión que debe tomar el joven Jason es la de seguir los pasos de sus hermanos, de su familia, convertirse en un delincuente, aceptar que pasará algunos años de su vida en la cárcel, corroborar así que pertenece a una raza eterna enemiga de la policía y la ley, o abrazar la religión y comenzar otro camino. “Desde el primer momento en que entré en su mundo nómada, comprendí que cada uno de ellos debía elegir entre los dioses de la guerra y el Cristo resucitado. Muchos jóvenes se sienten obligados a ponerse a prueba –al menos por un tiempo– yendo a robar o desafiando a la policía. Es algo que remonta a la época en que los gitanos luchaban por su supervivencia. Tras unos años de prisión, algunos de ellos se han orientado hacia la religión puesto que su mundo no está exento de Dios ni de mitología”, dice el director.

“La película estuvo a punto de interrumpirse en numerosas ocasiones pues no son actores dóciles”

Jean-Charles Hue narra cómo en algún momento vio a alguno de estos gitanos entrar en trance en las reuniones evangélicas “y, cinco metros más allá, a otros grupos de jóvenes no creyentes haciendo carreras de coches robados antes de prenderles fuego al romper el alba. El paraíso y el infierno juntos, en definitiva. En la Biblia está escrito que Dios vomitó a los tibios. Cada elección vital no es sino radical. En la película, Violette sabe que su joven hijo adoptivo, Jason, se encuentra en la edad de elegir. Sabe también que la salida de prisión del hijo mayor, Fred, puede llevar a Jason a seguir su mismo camino. De nuevo, el bautismo es la única muralla verdadera en la que refugiarse”. Son conflictos de unos personajes que en muchas ocasiones reflejan la verdadera realidad de los actores que los interpretan. “La película estuvo a punto de interrumpirse en numerosas ocasiones pues no son actores dóciles, entre peleas y persecuciones –dice el cineasta-. Antes de cada escena, los cojo un momento para explicarles cuál es la importancia de la secuencia, quién debe tomar la palabra, quién debe retirarse a un segundo plano, y les leo también los diálogos, que luego generalmente reinventan. Lo que me interesa es que la realidad y la ficción se mezclen: como en las primeras fotos de Larry Clark o en su primera película, Kids. No importa si se trata de un documental o de una ficción, lo que importa es encontrar el equilibrio entre lo que queremos explicar y la forma cómo lo vamos a explicar, siguiendo los códigos de la comunidad”.     Dirección: JEAN-CHARLES HUE. Guion: JEAN-CHARLES HUE Y SALVATORE LISTA. Producción: THIERRY LOUNAS. Fotografía: JONATHAN RICQUEBOURG. Montaje: ISABELLE PROUST. Música: VINCENT-MARIE BOUVOT. Reparto: FRÉDÉRIC DORKEL, JASON FRANÇOIS, MICHAEL DAUBER, MOISE DORKEL Y PHILIPPE MARTIN. Distribuidora: CAPRICCI FILMS Puedes comprar tu entrada aquí.