‘QUIÉN TE CANTARÁ’ / Carlos Vermut construye un enigmático drama alrededor de la fama, la identidad y la imitación con la complicidad de Eva Llorach y Najwa Nimri. www.cinesrenoir.com

El cineasta Carlos Vermut reaparece cuatro años después de su anterior Magical Girl, con la que conquistó la Concha de Oro en San Sebastián, con esta película, un inquietante drama sobre la identidad, la fama y la imitación, en el que también habla de las relaciones de poder y dominación. Najwa Nimri y Eva Llorach son las protagonistas.

Presente también en el Festival de San Sebastián, donde compitió en Sección Oficial, la película contiene, además, una estudiada, por momentos deslumbrante, narrativa visual, en la que se aprecian los dos universos que habitan los dos personajes principales: dos mujeres, Lila Cassen y Violeta, en momentos clave de sus vidas.

“La esencia de la película está en reconocerse o dejar de reconocerse en la imagen que proyectamos en los demás”

Lila Cassen (interpretada por Najwa Nimri) era la cantante española con más éxito de los noventa hasta que desapareció misteriosamente de un día para otro. Ahora, diez años después, cuando esta sofisticada artista prepara su triunfal vuelta a los escenarios, sufre un accidente y pierde la memoria.

Violeta (en manos de la actriz Eva Llorach) vive dominada por su conflictiva hija Marta (Natalia de Molina), de la que escapa cada noche cantando en el karaoke donde trabaja. Pero ella no canta cualquier cosa, lo que realmente la hace feliz es imitar a Lila Cassen. Los destinos de ambas se cruzan el día que Violeta recibe la fascinante propuesta de enseñar a Lila Cassen a volver a ser Lila Cassen.

“Me interesa cómo afecta la fama a las personas y cómo adaptamos nuestra personalidad para cumplir con nuestras supuestas obligaciones”

Canciones de la propia Najwa Nimri y banda sonora de Alberto Iglesias envuelven el misterio que rodea a estos personajes, con los que Vermut crea este juego de identidades. “La esencia de la película es la misma, reconocerse o dejar de reconocerse en la imagen que proyectamos en los demás, perder el contacto con uno mismo acabar viviendo arrinconado dentro del personaje que hemos creado con el fin de conseguir la aceptación o el amor de los demás. Ser poseídos por el personaje de alguien que no reconocemos. Tanto Lila como Violeta no son capaces de reconocerse en sí mismas, pero se reconocen en el personaje que ha creado la otra y eso las une”.

“Me interesa cómo afecta la fama a las personas, las responsabilidades y cómo adaptamos nuestra personalidad para cumplir con nuestras supuestas obligaciones, olvidando muchas veces cuales eran nuestros sueños y quienes somos realmente”, explica el cineasta Carlos Vermut.