‘BEAUTIFUL BOY. SIEMPRE SERÁS MI HIJO’ / Timothée Chalamet y Steve Carell protagonizan la adaptación al cine del best-seller Mi hijo precioso, del periodista David Sheff. www.cinesrenoir.com

El periodista David Sheff escribió un conmovedor libro, Mi hijo precioso, sobre la adicción de su hijo a la metanfetamina y todos los esfuerzos que hizo para salir de ellos y las terribles recaídas. Es la mirada de un hombre sobre su propio hijo luchando contra las drogas. La obra inspiró al director Felix Van Groeningen, que la llevó al cine con Timothée Chalamet en el papel principal junto a Steve Carell.

Presentada a concurso en el Festival de Cine de San Sebastián, la película habla de la adicción y la recuperación, del amor, de la familia y del brutal abismo que se abre ante un padre cuando descubre que no es él quien puede controlar y curar a su queridísimo hijo.

LA GRAN ILUSIÓN.- La tragedia de las drogas no distingue de clases sociales.

FELIX VAN GROENINGEN.- No. Este es un tema que no discrimina, nos puede tocar a todos. Cuando leí el libro, pensé en qué haría yo si esto le ocurriera a mi familia. Sentí mucha conexión con esta familia y mucho amor. Esta película habla de la adicción y de la recuperación. Creo que es importante hacer películas como esta.

“Este es un tema que no discrimina, nos puede tocar a todos. Cuando leí el libro, pensé en qué haría yo si esto le ocurriera a mi familia”

LGI.- ¿Contar estas historias en películas, libros… ayuda a la solución?

FVG.- Pase lo que pase, la adicción siempre existirá. Así que no sé cuál es la solución, pero creo que sí ayuda. Esto requiere mucho trabajo y yo no soy político. Yo hago películas, más que de lo que a mí me importa, de los problemas humanos. Esta película es esperanzadora también.

LGI.- Las clínicas de rehabilitación reciben muchas críticas, ¿usted qué piensa?

FVG.- Hablé mucho con ellos y a mí me parece que funcionan. Desde luego, con un sistema sanitario bueno, definitivamente, las cosas pueden funcionar mucho mejor.

“Pase lo que pase, la adicción siempre existirá. Así que no sé cuál es la solución, pero creo que películas como ésta sí ayudan”

LGI.- Una gran baza de la película es Timothée Chalamet, ¿cómo ha sido el trabajo con él?

FVG.- Tiene una enorme habilidad, te enamoras de él. Lo más importante con él es la empatía. Es encantador. Es un actor con mucha humanidad que está siempre cerca del límite y un talento emocional grande. Aquí ha hecho que todo sea más triste.

LGI.- ¿Uno de los temas esenciales es el de la culpabilidad que sienten los padres?

FVG.- Perdí a mi padre hace unos años y yo he sido padre recientemente, así que para mí la paternidad es muy importante y quería analizar ese tema. Este padre comete errores, se siente culpable, pero es muy responsable de su familia. Quería contar la conexión de un padre con su hijo. Él está triste, yo estoy triste. Al final, este padre tiene que tomar sus propias decisiones.

“Timothée Chalamet es encantador. Es un actor con mucha humanidad que está siempre cerca del límite y un talento emocional grande”

LGI.- Pero el amor de un padre no es suficiente ante un problema así.

FVG.- No, el amor no es siempre suficiente. En este caso, este padre pertenece a esa generación en la que un padre y un hijo pueden ser amigos, pero eso puede crear una ilusión. El chico tiene que crecer por sí mismo. Nick tiene que separarse de sus padres, salir del nido. Incluso en una familia así, estas cosas pasan, a pesar del amor, a pesar de los cuidados…

LGI.- Muchas películas han dado glamour al consumo de drogas, ¿le preocupa eso?

FVG.- Sí y no. De esto se habla mucho en el libro. El hijo, Nick, está volviendo y volviendo constantemente, no creo que lo idealice, pero sí disfruta de ello aunque sea por poco tiempo. Porque eso es lo que las drogas hacen a la gente.