‘APRENDIZ DE GIGOLÓ’ / Woody Allen protagoniza la nueva película de John Turturro, una historia hecha a medida del cineasta neoyorquino y de él mismo. Comedia, prostitución y tradiciones religiosas se reúnen en esta película.

A punto de cumplir ochenta años, Woody Allen sigue teniendo el mismo talento cómico de siempre. Ahora, gracias a la insistencia de John Turturro, vuelve a la gran pantalla como actor en el papel de Murray. Es un viejo librero al que no le queda más remedio que cerrar su pequeño negocio, tras lo que se queda con graves problemas económicos. La solución a estos se le presenta el día en que su dermatóloga le deja caer que está buscando un hombre para montarse un trío con su amiga Selima. Todo cuadra en la cabeza de Murray que calcula su porcentaje e intenta convencer a su amigo Fioravante, dependiente en una floristería, de que él es el tipo adecuado para ese trabajo.

Un trío con Sharon Stone y Sofía Vergara

La película, escrita, dirigida y coprotagonizada por John Turturro, se aleja todo lo posible de los aspectos turbios de la prostitución. Hay que tener muy en cuenta, por ejemplo, que los primeros pasos en este negocio los llevará a cabo con ese famoso trío, en el que las otras dos partes son nada menos que las imponentes Sharon Stone y Sofía Vergara. Y, poco después, y tras algunas otras clientas, Fioravante se encontrará cara a cara con Vanessa Paradis, aunque la relación con ésta cambiará un poco las cosas. Ella es Avital, viuda de un rabino hasídico. Tiene seis hijos y lleva muchos años sin acercarse a un hombre. Y ese hombre al que ahora se aproxima es Fioravante, que tiene tanta ternura que despertará en ambos emociones y sentimientos que estaban muy dormidos. John Turturro le contó la historia de esta película a su barbero y éste se la narró a uno de sus clientes, Woody Allen, que se interesó en ella. El guion no estaba escrito y el cineasta se prestó a ayudar con sus consejos al autor en este proceso. “Ha sido muy despiadado, si algo no le gustaba me lo decía sin temor”, recuerda Turturro, que admite que “si alguien de la talla de Woody Allen se toma las molestias de ayudarme, pensé que el guion tenía algo especial”.

Una transacción muy real

“Creo que, de manera inconsciente, Woody Allen me empujó a profundizar más en la historia y al final he vertido muchos aspectos de mí mismo en la película. Me animó a hacerlo de una manera en la que me sintiera cómodo. Al final ha salido una película con muchos matices, que dista mucho de una comedia disparatada”, añade John Turturro, quien confiesa su fascinación por el mundo de la prostitución. “Este tipo de relaciones conllevan una transacción muy real. Puede que no encierre unas emociones verdaderas, pero no cabe duda de que son reales. El sexo desempeña un papel muy importante en nuestra vida, y no me refiero solo a los 22 años. Es un deseo que sentimos los seres humanos, incluso aquellos que tienen pareja. El deseo nunca desaparece y eso es lo que acaba llevando a la gente a recurrir a la prostitución”. Sin embargo, el director se aparta de los tópicos de la prostitución en esta película, donde trata el tema desde un punto de vista bastante irreal, más como una fantasía que como un intercambio comercial, aunque esto sea justamente lo que anima al personaje de Woody Allen en la trama, lo que provoca muchos momentos de comedia. Además, Turturro no es precisamente el ejemplo de un hombre guapo y apetecible, de una belleza perfecta. Al meterse en el papel del gigoló ideal consigue dejar claro una de sus convicciones: “Cuando uno se quita la ropa, da igual el cuerpo que tenga. Ahí estamos todos en igualdad de condiciones”.   Dirección: JOHN TURTURRO. Guion: JOHN TURTURRO. Producción: BILL BLOCK, PAUL HANSON JEFFREY LEVY-HINTE. Fotografía: MARCO PONTECORVO. Montaje: SIMONA PAGGI. Música: ABRAHAM LABORIEL Y BILL MAXWELL. Reparto: JOHN TURTURRO, WOODY ALLEN, VANESSA PARADIS, LIEV SCHREIBER, SHARON STONE, SOFÍA VERGARA, BOB BALABAN Y MAX CASELLA. Distribuidora: DEAPLANETA. Estreno: 30 de abril de 2014.