‘SIEMPRE JUNTOS (BENZINHO)’ / Premio a la Mejor Película Iberoamericana en el Festival de Málaga Cine en Española, el filme de Gustavo Pizzi habla del momento de la separación de padres e hijos. www.cinesrenoir.com

El cineasta Gustavo Pizzi y la actriz Karine Teles reunieron recuerdos personales de la época en que abandonaron las casas de sus padres y los pasaron por el filtro de la experiencia de los años. Ahora, con dos hijos, su mirada hacia aquella circunstancia ha cambiado. Hoy son conscientes de la manera en que debió doler a sus padres esa separación.

Coautores del guion de Siempre juntos (Benzinho), dirigida por Pizzi, ambos han firmado pues una película que no es autobiográfica, pero sí muy personal. Protagonizada por la propia Teles, junto con Otávio Müller, Adriana Esteves y Konstantinos Sarris, esta es la historia de una familia de clase trabajadora que mantiene la felicidad en su unión y en el cariño entre ellos.

“Las mujeres brasileñas tienen que ser fuertes. En mi país, las mujeres son las que realmente llevan la casa”

La protagonista es Irene, la madre del clan. Ella es un ama de casa de Río de Janeiro que sacas unos cuartos con ventas callejeras. Madre de cuatro hijos, además, ha acogido en su casa a su hermana y a su sobrino, víctimas de malos tratos. El marido de Irene, un buen hombre y estupendo padre, vive soñando con abrir el negocio que les sacará de todas sus dificultades.

Galardonada con el Premio a la Mejor Película Iberoamericana en el Festival de Málaga Cine en Español, esta es una historia de la realidad, de la alegría de compartir, de la felicidad que da a una familia la unión y el amor entre todos. Los problemas económicos, el deterioro constante de la casa en la que viven, los sueños imposibles de realizar no desaniman a nadie en esta familia, que sí sufre un duro golpe el día que al hijo mayor le sale una gran oportunidad para ir a vivir a Europa.

“Para las mujeres es difícil e injusto, porque tienen que afrontar numerosas adversidades, pero en la vida, hay también momentos de alegría, éxito y felicidad”

“En la vida, a menudo ocurre todo de golpe y tienes que lidiar con ello. Pero en esta película yo quería ir más allá del sufrimiento. Hay esperanza. Esta familia no es adinerada, pero no viven en favelas. Luchan por una vida mejor”, explica el director que ha hecho a las mujeres protagonistas de su historia, porque “las mujeres brasileñas tienen que ser fuertes. En mi país, las mujeres son las que llevan la casa”.

“Muchos hombres abandonan a sus familias o, como Klaus, se quejan por tener que trabajar todo el día y sueñan con tener un negocio próspero que les haga ricos. Las mujeres son más pragmáticas.  Ellas dicen: ‘Bien, puedes tener tus sueños. Pero, ahora, hay que pagar facturas’. Irene y su hermana Sonia son así.  Ellas se mantienen unidas. Es difícil e injusto, y por supuesto tienen que afrontar numerosas adversidades. Pero en la vida, hay también momentos de alegría, éxito y felicidad”.