Jueves, 25 Abril 2024
Reportajes

La llamada de Tokio

Los hijos de Shukichi Hirayama y Tomiko  quieren llevar a sus padres de visita por Tokio. Les quieren mostrar los templos de Asakusa, la playa de Odaiba, el mercado de Tsukiji… pero no tienen tiempo. Una familia de Tokio es una reflexión sobre las relaciones familiares y el cuidado que damos a los ancianos en la sociedad actual. A pesar de que esa ruta turística prometida al inicio, no se hace, Tokio está muy presente en esta historia. Recienteme, la ciudad ha sido escenario de algunos largometrajes, entre ellos los famosos Lost in Translation o Mapa de los sonidos de Tokio. A lo largo de la historia, muchos directores no nipones fueron allí a rodar.

 ‘La casa de bambú’ (Samuel Fuller, 1955)

Eddie Spanier llega a Tokio justo cuando se produce el asesinato de su amigo. Éste pertenecía a una asociación criminal, en la que ahora Eddie quiere infiltrarse, ganarse la confianza del jefe, Sandy Dawson, y averiguar qué pasó. Robert Stack y Robert Ryan encabezaban el reparto, en el que estaban también Shirley Yamaguchi y Brad Dexter. La película se rodó principalmente en Tokio, pero hay también escenas rodadas en Yokohama.

'El bárbaro y la Geisha’ (John Huston, 1958)

John Wayne se metía en la piel de Townsend Harris, un diplomático americano que en la segunda mitad del XIX viaja a Tokio a negociar con el gobierno japonés. El objetivo es establecer relaciones comerciales. El plan es más difícil de lo que parece y el personaje tendrá que enfrentarse a amenazas, extorsiones y, sobre todo, a las armas de una fascinante geisha que intentará también apartarle de su camino. Parte de la película se rodó en los estudios Eiga Film de Tokio.

‘Yakuza’ (Sidney Pollack, 1974)

Sidney Pollack rodó en Tokio, Osaka y Kyoto, además de en California, su película Yakuza. Un magnífico Robert Mitchum interpretaba a Harry Kilmer, un hombre que formó parte de las tropas de ocupación de EE.UU. en Japón y que ahora ha vuelto a ese país para buscar a la hija de un amigo que ha sido secuestrada. Por supuesto, se tropieza con la terrible mafia japonesa, la yakuza.

‘Mishima: una vida en cuatro capítulos’ (Paul Schrader, 1985)

Ken Ogata daba a vida al escritor japonés Yukio Michima en esta película, en la que se profundiza en las emociones y contradicciones de este genial creador que conmocionó al mundo al hacerse públicamente el seppuko. Considerado uno de los mejores ‘biopics’ de la historia del cine, el filme estaba producido por Coppola y Lucas, y está completamente rodado en Tokio.  

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