‘CHICOS BUENOS’ / Gene Stupnitsky debuta en la dirección con esta comedia sobre la preadolescencia, coescrita junto a Lee Eisenberg y protagonizada por Jacob Tremblay. www.cinesrenoir.com

Gene Stupnitsky, guionista de la versión americana de The Office, debuta en la dirección con esta película sobre la preadolescencia, una historia marcada por el sentido del humor y la confusión propios de esa edad. El guion está escrito junto a Lee Eisenberg, con quien trabajó en la popular serie de televisión.

“Nos atraen las historias de ese periodo y hace mucho que creemos en la historia de esta película”, dice el director, que ha contado para su ópera prima con el joven actor Jacob Tremblay, muy conocido desde que hizo la película La habitación. Los otros dos intérpretes coprotagonistas son Keith L. Williams y Brady Noon.

Ellos son Max, Lucas y Thor, tres amigos que siempre van juntos. Ahora a Max le han invitado a su primera "fiesta del morreo" y, por supuesto, está encantado, pero tiene un problema: nunca ha besado a nadie y no tiene ni la más ligera idea de cómo debe hacerlo. Así que busca, como siempre, la ayuda de sus dos mejores amigos, Thor y Lucas, para que le saquen del apuro.

Aunque tiene terminantemente prohibido usarlo, Max decide espiar con el dron de su padre a una pareja que, en teoría, se está dando el lote en una casa vecina. Sin embargo, el plan no puede salir peor y el dron no sobrevive a la aventura. Decididos a reemplazarlo rápidamente antes de que regrese el padre de Max, los tres amigos se embarcan en una odisea que les llevará a involucrarse en un asunto de drogas e incluso a verse perseguidos por la policía y por unas aterradoras adolescentes.

"No hay nada peor, la preadolescencia es la edad más incómoda. Los dos (Eisenberg y él) podemos contar un montón de anécdotas de cuando teníamos doce o trece años y solo intentábamos sobrevivir en este mundo. La incomodidad es ideal para la comedia”, asegura el director.

“La mezcla de ingenuidad y de libertinaje era hilarante. Sabíamos que el espectador respondería a un humor totalmente inocente y, a la vez, completamente inapropiado. Sobre todo porque los chavales dicen cosas que no entienden y tratan de explicarlas”, concluye Gene Stupnitsky.