‘BIENVENIDOS A MARWEN’ / La historia real de Mark Hogancamp llega al cine de ficción de la mano del cineasta Robert Zemeckis y con el actor Steve Carell como protagonista. www.cinesrenoir.com

Mark Hogacamp nació con inclinaciones artísticas. Cuando estaba en la Marina, donde se alistó a principios de los 80, hacía dibujos de sus compañeros y de la vida cotidiana en un barco. Después, tocaba la guitarra en su casa, seguía dibujando y hacía miniaturas militares que regalaba a sus amigos.

En el año 2000, cuando ya tenía 38 años, llegó tarde a una cita con sus amigos en un bar del estado de Nueva York. Decidió quedarse a tomar una copa y conoció a un tipo al que le confesó que cuando estaba solo le gustaba ponerse zapatos de mujer. Al salir del local, ese joven y cuatro más le dieron una paliza brutal y le abandonaron en la calle.

“Lo más interesante de la historia de Mark es que utilizó muñecos para crear todo un mundo que fotografió”

En el hospital le indujeron un coma para operarle y nueve días después, cuando volvió en sí, no recordaba apenas nada de su vida, aunque sí reconocía a sus familiares. Con el tiempo, viviendo en una caravana en el Valle de Hudson recuperó el gusto por las miniaturas y se recreó a sí mismo, a sus amigos, también a sus atacantes…

Steve Carell da vida a este hombre en la nueva película de Robert Zemeckis, que se ha inspirado en la película documental Marwencol para contar la historia de este hombre, un relato que denuncia la maldad del ser humano, su intolerancia y los letales prejuicios que le llevan a cometer gravísimas agresiones.

“Cualquiera puede entender el poder sanador del arte y la necesidad de expresarnos a través de él”

“Lo más interesante de la historia de Mark es que utilizó muñecos para crear todo un mundo que fotografió. Viendo el documental, me di cuenta de que Mark contaba unas historias complicadísimas entre cada foto. Fue lo que me inspiró. En una película cabe la posibilidad de unir las historias, no es necesario que el artista las cuente. Podemos contemplar su desarrollo desde la imaginación de Mark, hacer que vivan de verdad. Sabía que sería algo muy fuerte, enorme, algo que nunca se había visto antes”, confiesa Zemeckis.

En realidad, el cineasta se identificó especialmente con este hombre en su intento de rehabilitarse. “Y esta es una de las razones de ser del arte. Me identifiqué con su forma de hacerlo, a través del arte, mediante fotografías. Cualquiera puede entender el poder sanador del arte y la necesidad de expresarnos a través de él. Da igual que cantes en un coro o plantes un jardín, son actos creativos. Los llevamos a cabo con el objetivo de procesar lo que no entendemos en la vida, las cosas muy complicadas".