‘LA NOCHE DE 12 AÑOS’ / El cineasta uruguayo Álvaro Brechner revela los doce años de incomunicación en la cárcel de Pepe Mujica, Mauricio Rosencof y Eleuterio Fernández Huidobro. www.cinesrenoir.com

La dictadura cívico-militar en Uruguay duró doce años, los mismos que los militares de ese régimen cruel intentaron volver locos a tres presos a los que no pudieron matar, según sus propias palabras. Ellos eran Pepe Mujica, ex presidente de Uruguay, y sus compañeros Eleuterio Fernández Huidobro, ex ministro de Defensa, y el escritor y periodista Mauricio Rosencof.

En aquellos años cuando cayeron presos los tres eran dirigentes y guerrilleros del Movimiento para la Liberación Nacional-Tupamaros. La dictadura los metió en celdas diminutas, a cada uno en una, los paseó por diferentes cárceles del país, muchas veces los mantuvo atados y encapuchados, no les alimentó suficiente… Todo ello durante doce años.

“Fue un descenso físico y mental para llevarlos a la locura cuyo objetivo último era aniquilar la resistencia del yo más íntimo”

Ahora, el cineasta uruguayo Álvaro Brechner cuenta esta siniestra historia que, sin embargo, tiene un final feliz, el de la liberación, la fuerza de la voluntad, la supervivencia y la convicción de que la lucha contra la dictadura y contra la violencia son esenciales. Un relato que revela a los auténticos héroes de estos tiempos.

“¿Qué queda de un hombre cuando le han quitado todo? Incomunicado, aislado del tiempo, sin estímulos ni nada material a lo que aferrarse, sus propios sentidos comienzan a traicionarle. Pero en su fuero interno hay algo que no le pueden quitar: su imaginación”, dice el director que ha confiado los personajes a los actores Antonio de la Torre (Mujica), Chico Darín (Rosencof) y Alfonso Tort (Huidobro).

“Lo que quise es trasladar un viaje estético y sensorial, en donde poder experimentar cómo se sobrevive a dicha batalla interior”

“La noche de 12 años es ante todo un viaje hacia las tinieblas. Basada en hechos reales, relata la historia de unos personajes despojados durante 12 años de todo lo que los constituía como individuos. Un descenso físico y mental para llevarlos a la locura cuyo objetivo último era aniquilar la resistencia del yo más íntimo. Debieron reinventarse desde los restos de su condición humana, para resistir a uno de los desafíos más siniestros imaginables”.

La película está construida sobre los testimonios de los tres protagonistas reales –Huidobro murió poco después-. “Como director y guionista este proyecto me ha llevado más de cuatro años de investigación y documentación. Uno de los grandes desafíos era que no fuese una película carcelaria sino un viaje existencial. La orden militar fue precisa: ‘Como no pudimos matarles, vamos a volverles locos’. Más allá de la meticulosa recreación histórica de los hechos, lo que quise es trasladar un viaje estético y sensorial, en donde poder experimentar cómo se sobrevive a dicha batalla interior”.