‘HEREDITARY’ / Toni Collette y Gabriel Byrne protagonizan esta película, ópera prima de Ari Aster, sobre la herencia y la familia que nos toca a cada uno. www.cinesrenoir.com

Una experiencia personal vivida por el director y guionista Ari Aster provocó el nacimiento de esta película. Una racha mala en su familia llegó a hacerle pensar que alguien había lanzado una maldición contra ellos. Ahora, en Hereditary, lleva todas aquellas emociones y pensamientos al cine pasando la historia por el filtro del terror.

Con Toni Collette y Gabriel Byrne en los papeles principales, y con Alex Wolf, Charlie Graham y Ann Dowd completando el reparto, la película es una reflexión acerca de la familia, del hecho de no poder elegir a los miembros de cada clan ni la sangre de cada uno. “Habla del horror de nacer en una situación sobre la que no tienes ningún tipo de control. No se me ocurre nada más terrible que la noción de estar absolutamente indefenso”.

“La película habla del horror de nacer en una situación sobre la que no tienes ningún tipo de control, cuando estás absolutamente indefenso”

Annie Graham ha recibido en herencia la casa de su madre, la matriarca de la familia. Con su marido Steve y sus hijos comienzan a ver cómo suceden cosas extrañas allí. Al principio, Annie piensa que la muerte de su madre puede ayudarla a olvidar la infancia nada feliz que tuvo y comenzar un nuevo ciclo en su vida.

Sin embargo, nada es fácil, especialmente cuando su hija pequeña comienza a ver figuras extrañas, fantasmales, que poco a poco se van revelando también ante los ojos de su hermano. Todo ello hace que los abusos emocionales, los problemas familiares, las tragedias domésticas salgan de nuevo a la luz.

“El terror se presta muy bien a las películas que retratan una situación injusta. Es un lugar perverso en el que las injusticias llegan incluso a celebrarse”

“No he querido exagerar las cosas por las que hemos pasado en mi familia, pero al plantear la maldición que persigue a esta familia pude trasladar muchas de las emociones a través del filtro del cine de terror, en el que se exige siempre un alto nivel de catarsis –dice el director-. Este género se presta muy bien a las películas que retratan una situación injusta. Es una especie de lugar perverso en el que las injusticias llegan incluso a celebrarse”.

“Quería crear una película de terror que fuera íntima pero que a la vez tuviera los medios de una gran producción, que atrapa al espectador desde el primer minuto y mantiene la tensión hasta el final –añade-. De hecho, espero que el público siga dándole vueltas al tema después de salir del cine. Ojalá les lleve a plantearse algo más profundo y primitivo, a analizar la sensación que deja algo inevitable”.