‘LA SOMBRA DE LA LEY’ / Dani de la Torre viaja al submundo del crimen y la corrupción de principios de los años veinte en Barcelona, de nuevo con Luis Tosar como protagonista. www.cinesrenoir.com

Luis Tosar repite con el director Dani de la Torre, con quien trabajó en su ópera prima El desconocido. Ahora, se pone a la cabeza de esta película de época, una historia con la que viaja a los primeros años veinte, al submundo del crimen y la violencia de Barcelona. Policías corruptos, anarquistas enfrentados, matones y gangsters atraviesan esta historia.

Luis Tosar es Aníbal Uriarte, un policía que llega a Barcelona para colaborar con la comisaría local en la investigación del robo de un tren militar. Casi nada más llegar se tropieza con personajes de los bajos fondos y con los líderes de las revueltas obreras. Además, tiene que convivir con la corrupción y brutalidad de sus compañeros.

“El arranque del siglo XX fue una época convulsa, llena de luchas sociales, sindicales y territoriales”

Con un guion escrito por Patxi Amezcua, la película cuenta en el reparto con nombres como los de Michelle Jenner, en el papel de la joven Sara, una anarquista luchadora y temperamental; Vicente Romero, encarnando a Rediú, el jefe de policía corrupto con el que tiene que trabajar Uriarte; Ernesto Alterio, un agente demente y salvaje; Paco Tous, Manolo Solo...

Son nombres para una película que combina algunos géneros. El cine de gangsters predomina en esta historia, donde, sin embargo, tiene un peso el relato de la lucha de los obreros de la fábrica y el enfrentamiento entre las dos facciones anarquistas que aparecen. Cine negro y época se dan la mano en La sombra de la ley.

“El protagonista convive con empresarios sin escrúpulos, pistoleros a sueldo, peligrosos anarquistas y policía corrupta”

“Siempre he sentido fascinación por las películas de gangsters, por los alegres años veinte, la ley seca, sus luchas de poder, de corrupción y muerte. El arranque del siglo XX fue una época convulsa, llena de luchas sociales, sindicales y territoriales. De fondo, el jazz invadía los clubes de la ciudad y las faldas se recortaban por encima del tobillo: la discreción y el recato empezaban a pasar a la historia", dice el director.

"En este contexto nuestro protagonista, Aníbal, tendrá una difícil misión que le llevará a convivir con empresarios sin escrúpulos, pistoleros a sueldo, peligrosos anarquistas y policía corrupta. Vivirá un viaje único donde luchará por sobrevivir, volverá a descubrir el amor y donde la única ley que impera es la de las armas: la ley del plomo".