‘EL REVERENDO’ / Reaparece el mejor Paul Schrader con una gran película en la que propone una seria reflexión acerca de la esperanza y el futuro que le espera a la humanidad. www.cinesrenoir.com

Paul Schrader, autor de películas grandes películas como American gigolo, Mishima o Affliccion y de guiones enormes como Taxi driver o Toro salvaje, reaparece con otra impresionante obra, El reverendo, una historia oscura y muy comprometida en la que se pregunta por el futuro que le espera a la humanidad.

Con guion propio, la película está protagonizada por Ethan Hawke, que hace aquí una de las mejores interpretaciones de toda su carrera. Junto a él se encuentra en el reparto la actriz Amanda Seyfried, sorprendente en este registro. Completan el equipo artístico los actores Cedric The Entertainment y Michel Gaston.

La historia comienza con el reverendo Ernst Toller, un párroco solitario de una pequeña iglesia en el estado de Nueva York, escribiendo un diario de un año, tiempo tras el que lo destruirá. Su iglesia está a punto de celebrar su 250 aniversario y ahora es ahora una atracción turística que atiende a una congregación menguante. Es además eclipsada por su iglesia matriz cercana, Abundant Life, y sus instalaciones de vanguardia y cerca de 5.000 miembros.

En ese entorno, Ernst Toller recibe la súplica de una de sus feligresas, una joven embarazada, para que escuche y aconseje a su marido, un ecologista radical que no quiere que tengan a esa hija porque el futuro que espera a las nuevas generaciones es muy negro. Toller se sumerge en su atormentado pasado y se encuentra a sí mismo cuestionando su futuro y el paradero de la redención.

El calentamiento global del planeta, el egoísmo de los seres humanos y su constante carrera de destrucción del entorno, las escasas posibilidades que quedan ya para salvar el mundo en el que vivimos y las terribles circunstancias en que deberán sobrevivir nuestros descendientes son algunos de los temas que Schrader pone sobre la mesa son esta película.´

La religión, la fe y el amor luchan en este relato contra la desesperanza lógica de quienes saben lo que hemos destruido y no se podrá volver a recuperar, contra la desilusión y falta de creencia en la especie humana. Paul Schrader plantea la duda que a todos los individuos nos debería, de algún modo, estar atormentando.