‘LOLA PATER’ / Fanny Ardant interpreta a una mujer transexual en esta película de Nadir Moknèche, una historia que se convierte en una reivindicación de la mujer libre. www.cinesrenoir.com

El director y guionista Nadir Moknèche recuerda cómo cuando tenía 22 años y era un estudiante universitario con alguna dosis de soberbia por encima de la deseada, vio en Pigalle a dos putas transexuales que estaban trabajando en la calle. Poco después, una de ellas le pidió que la dejara subir a su casa a ver el inicio del juicio de Klaus Barbie.

“Recuerdo muy claramente el aire condescendiente de mis 22 años y mi estatuto de estudiante de Derecho: ‘¡Una puta interesada en el juicio de Barbie!’. Así fue como descubrí una vida completamente diferente: una persona que nació chico que se sentía como una chica. Ella fue mi primera Lola".

“Quería distanciarme de los temas generales asociados con los transexuales: homosexualidad, prostitución, drogas, cabaret…”

Con el tiempo Lola se ha convertido en una maestra de danza, que vive tranquilamente con su  compañera hasta que un día aparece su hijo buscándola. No la reconoce porque nunca la ha conocido como mujer, Lola es su padre. Ahora, ella tendrá que enfrentarse a la realidad y buscar la manera de volver a conectar con su hijo.

Fanny Ardant es la protagonista de esta película de Moknèche, escrita por el propio director y donde la mítica actriz comparte protagonismo con el joven actor Twfik Jallab. Con ellos, en el reparto del filme también se encuentran los intérpretes Nadia Kaci, Lubna Azabal y Verónique Dumont.

“La inherente tensión en el personaje de un padre transexual rompe con la construcción social tradicional: patriarcado”

“Quería por encima de todo distanciarme de los temas generales asociados con los transexuales: homosexualidad, prostitución, drogas, cabaret, intentado enseñar otra faceta de la inmigración argelina en Francia (ahora llamados musulmanes). Farid/Lola continúa amando a las mujeres, incluso aunque se haya cambiado de sexo”, explica el director.

“La inherente tensión en el personaje de un padre transexual rompe con la construcción social tradicional: patriarcado, una figura paterna –continúa-. Zino sigue un camino que empieza con el rechazo y acaba en aceptación. De alguna manera, él se convierte en nuestra consciencia. Primero avergonzado y disgustado, acaba aceptando la decisión de su padre. Pero entonces se rebota en contra de un padre que le abandonó”.