El Ecce Homo de Caravaggio estuvo durante décadas colgado en el salón de la casa de los Pérez de Castro. En una mudanza y gracias a la curiosidad de una mujer de la familia, se descubrió que esa pintura era nada menos que una obra de Caravaggio, uno de los artistas de los que menos lienzo se conocen en el mundo.

El valor del cuadro podría superar los 300 millones de euros, aunque antes de llegar a tal conclusión apareció en el catálogo de una subasta por apenas 1.500 euros. Cuando los marchantes de arte de medio mundo comprendieron lo que estaba en juego, se inició una frenética carrera internacional en la que ellos mismos, más los expertos y los coleccionistas echaron una partida millonaria por hacerse con el ‘sleeper’ (obra durmiente).

Con guion de Ana Barcos y Marisa Lafuente, la película sigue todo el proceso hasta la conclusión final. Un desenlace que llega tras un recorrido narrado en forme de thriller documental, que, en palabras de su director, “se desenvuelve en los claroscuros que tanto caracterizan el arte de Caravaggio”.

“El claroscuro también está presente de forma intrínseca en el mundo del arte, un mundo opaco y de difícil acceso. El arte antiguo y su mercado están plagados de procesos secretos y transacciones hechas a escondidas desde las sombras y a las que hemos podido dar luz en tono de thriller en este documental”.