Martes, 23 Abril 2024
Reportajes

¡Qué miedo da Luis Tosar!

“La esencia de un actor es  buscar la verdad y buscar que las cosas que haces sean verosímiles y creíbles”. Son palabras que Luis Tosar dijo en algún momento y que ha seguido y sigue al pie de la letra. Vuelve a demostrarlo con el papel de Crisanto Gómez Tovar que interpreta en Operación E.

Con su nuevo trabajo, este intérprete demuestra una vez más que puede hacer creer a cualquiera que es el hombre más bondadoso del planeta y también el más confundido y acorralado, la víctima perfecta. Pero lo contrario también se le da de perlas. Y ¡qué miedo da cuando quiere dar miedo!

 ‘Te doy mis ojos’ (Icíar Bollaín, 2003)

Metido en la piel de Antonio es donde Luis Tosar ha dado más miedo que nunca. La película de Icíar Bollaín trataba el trágico tema de la violencia de género y el actor interpretaba a un maltratador. Humano y absolutamente real, el personaje estaba en ese ambigüo límite en el que se mueven estos individuos, aparentemente amables y cariñosos, pero a falta de una mínima chispa para estallar.

‘La flaqueza del bolchevique’ (Manuel Martín Cuenca, 2003)

Aquí interpreta a Pablo López, un acosador inquietante y siniestro, que atemoriza más y más a medida que va estrechando su relación con la jovencísima María. La película estaba dirigida por Manuel Martín Cuenca y era una adaptación de la novela de Lorenzo Silva.

 ‘Corrupción en Miami’ (Michael Mann, 2006)

Montoya era el nombre del personaje al que daba vida en la película de Michael Mann. Como en la inmensa mayoría de producciones de EE.UU. un hispano solo tiene espacio para interpretar a un pobre hombre o a un malvado. Este era el caso aquí, donde Tosar se convertía en un mafioso refinado y cruel.

‘Celda 211’ (Daniel Monzón, 2009)

Es uno de sus papeles más celebrados. Su nombre era Malamadre y para interpretar este papel, el actor cambió incluso la voz. Aterrorizaba, desde luego, pero sabía sacar tanto partido al personaje que le regalaba una cara humana y comprensible.

‘Mientras duermes’ (Jaume Balagueró, 2011)

Tosar se transformaba aquí en César, el portero de una vivienda que controla a todos los vecinos y es capaz de convertir sus vidas en una pesadilla. Silencioso e infeliz, este tipo maligno y perverso se metía, sin embargo, al público en el bolsillo.

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