Jueves, 25 Abril 2024
Reportajes

“Recordad que matar a un ruiseñor es pecado”

Michael Fassbender interpreta a un abogado en la nueva película de Ridley Scott. El consejero es, de hecho, la historia de cómo este hombre cruza una línea invisible que antes le separaba del crimen y con ello marca inevitablemente su futuro y el de las personas de su entorno. Reflexión acerca del mal, el personaje de este abogado permite al cineasta jugar con la maldad y sus consecuencias. Otros abogados han llenado las pantallas, unos bastante turbios, otros magníficos, incluso inolvidables. Aquí, algunos de nuestros preferidos.

Sir Wilfrid Robarts / ‘Testigo de cargo’ (Billy Wilder, 1957)

El Bafta y el David di Donatello al Mejor Actor Extranjero recayeron aquel año en Charles Laughton por su interpretación de Sir Wilfrid Robarts, uno de los abogados legendarios del cine. “El mejor actor del mundo”, en palabras de Wilder, encarnaba a un prestigioso abogado criminalista que regresaba a su despacho en Londres después de haber permanecido unos meses en un sanatorio recuperándose de un ataque cardiaco. Sarcástico, astuto como un zorro, virulento y enemigo de la sensiblería, aunque profundamente humano.

Atticus Finch / ‘Matar a un ruiseñor’ (Robert Mulligan, 1962)

Gregory Peck se llevó el Oscar al Mejor Actor por su interpretación de Atticus Finch, un abogado que defiende a un hombre negro acusado de haber violado a una mujer blanca. El racismo y la infancia eran los dos grandes temas de esta historia, adaptación de la novela de Harper Lee, donde Peck hacía uno de sus mejores trabajos. Este abogado es, sin duda, uno de los inolvidables. “Recordad que matar a un ruiseñor es pecado. Los ruiseñores no se dedican a otra cosa que a cantar para alegrarnos. No hacen nada más que derramar el corazón, cantando para nuestro deleite. Por eso es pecado matar a un ruiseñor”.

Frank Galvin / ‘Veredicto final’ (Sidney Lumet, 1982)

Sidney Lumet y Paul Newman reunieron talentos, muy grandes los de ambos, en esta película, donde el segundo daba vida a un personaje magnífico, el de Frank Galvin, un abogado alcoholizado que trampea constantemente para sobrevivir. Newman se llevó el premio David Di Donatello al Mejor Actor Extranjero por este papel, por el que aspiró al Oscar. Un galardón por el que aquel año competían también Dustin Hoffman, Jack Lemmon, Peter O’Toole y Ben Kingsley (éste fue el vencedor).

David Kleinfeld / ‘Carlito’s Way’ (Brian de Palma, 1993)

No todos los abogados que han destacado en el cine son héroes, paladines de la justicia, intachables profesionales… Sean Penn demostró lo grande que podía llegar a hacer a un abogado que hace tiempo cruzó la línea. David Kleinfeld es ese personaje, un abogado cocainómano, sin escrúpulos, de ética mucho más que dudosa y que ha llegado por todo ello a lo peor, a tener sangre en sus manos.

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