“La indignación debe ir seguida de compromiso”, dijo Stéphane Hessel en una entrevista concedida a un periódico español en mayo de 2011. Entonces, este activista, diplomático y escritor se había convertido ya en la máxima inspiración de millones de personas con su libro ¡Indignaos! Fue también iluminador de Tony Gatlif, quien decidió canalizar su propia ira haciendo una película, Indignados.

En Francia, aquel libro de Hessel vendió 1,5 millones de ejemplares en unas semanas. Luego repitió éxito en España y en otros países. Se extendió como la pólvora, muy rápidamente, como la indignación de los jóvenes europeos. Todo lo que en él se decía animaba a pelear pacíficamente por nuestros derechos, por la democracia, la libertad y las conquistas sociales conseguidas. Hessel, ex combatiente de la Resistencia Francesa, internado en campos de concentración (Buchenwald y Dora-Mittelbau), torturado por la Gestapo, redactor de la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948, era el mejor ejemplo vivo para los millones de europeos indignados que necesitaban hacer algo ante los ataques recibidos. En las palabras de Stéphane Hessel encontraron el aliento necesario para hacerlo:

• -El interés general debe primar sobre el interés particular, el justo reparto de la riqueza creada por el trabajo debe primar sobre el poder del dinero.
• -Una democracia auténtica precisa de unos medios de comunicación independientes.
• -Cuando algo nos indigna, como a mí me indignó el nazismo, nos volvemos militantes, fuertes y comprometidos.
• -La peor de las actitudes es la indiferencia, decir “no puedo hacer nada, ya me las arreglaré”.
• -La esperanza siempre fue una de las fuerzas dominantes en las revoluciones y las insurrecciones.
• -“Crear es resistir, resistir es crear. Pero hay que desconfiar. Debemos crear, no basta con resistir"