Mejor Película de Animación en los Premios del Cine Europeo y Mejor Película en el Festival de Annecy, es la primera película de la historia pintada al óleo fotograma a fotograma. Los Cines Renoir recuperan ahora esta película, dentro del ciclo ¿Te la perdiste? ¡Sonríe! La puedes ver del 17 al 23 de agosto, a 4 euros (3 euros para los socios del Club.  www.cinesrenoir.com 

Dorota Kobiela y Hugh Welchman son los autores de este milagro del cine de animación, la primera película de la historia pintada fotograma a fotograma al óleo. Es un relato que repasa la vida y los últimos momentos del pintor Vincent Van Gogh, su muerte y la de su hermano Theo muy poco después.

Más de 65.000 fotogramas animados, pintados a mano por artistas de todo el mundo, componen esta película en la que se va recorriendo la vida del artista a través de las cartas que con frecuencia escribía a su hermano pequeño Theo. Para hacer la película, primero se rodó con actores reales y posteriormente se fueron animando las escenas.

“Espero que esta película anime a la gente a descubrir más sobre este pintor, a leer sus cartas y ver sus cuadros en vivo”

Los directores, también guionistas junto con Jacek Dehnel, escribieron diferentes historias sobre la vida de Van Gogh, unas más centradas en su época en Holanda, otras dirigidas a su vida en los barrios bohemios de París, pero la historia que finalmente dio forma a la película fue la que miraba hacia los últimos días de vida del artista.

“Los cuadros de aquella época me gustaban especialmente y el hecho de que pintara a gente con la que tenía un contacto regular al final de su vida también me atraía: el doctor Gachet, su misteriosa hija Marguerite Gachet, a la que pintó tres veces, y la hija del dueño de la posada en la que Van Gogh murió, Adeline Ravoux”, dice Dorota Kobiela.

“Este proyecto se ha hecho por puro amor”, añade la directora. Siete años de trabajo a tiempo completo, un equipo para pintar los 65.000 fotogramas de la película –se tardó hasta 10 días en pintar un segundo de la película- y un enorme respeto y admiración por la obra Van Gogh han sido los cimientos para construir Loving Vincent.

“Sus cuadros parecen hablar directamente a la gente, incluso a los que no les llama la atención la pintura”

“Espero que esta película anime a la gente a descubrir más sobre este pintor, a leer sus cartas y ver sus cuadros en vivo. Espero también que de alguna manera sirva para dar a conocer a Van Gogh a más gente. Creo que se lo merecía. Y, sobre todo, me encantaría que todo el mundo pudiera ser capaz de amar a Van Gogh”, concluye.

“Sus cuadros parecen estar hablando directamente a la gente, incluso a los que no les llama la atención la pintura. A los 28 años era una persona que había fracasado en muchos oficios y fue por esto por lo que empezó a pintar. Diez años después era un genio –explica Hugh Welchman-. En esos años se entregó a un duro trabajo para dejarnos un legado que ha emocionado y reconfortado a gente de todas las épocas. Nuestra sensación era que la historia de Van Gogh solamente se podía contar de una manera adecuada si estaba íntimamente conectada con sus pinturas y, en nuestro caso, usamos la pintura y sus cuadros para montar toda la estructura de la película”.