‘THE FAREWELL’ / Premio del Público en el Festival de Sundance y Premio de la Juventud en la Seminci, la nueva película de la cineasta Lulu Wang está inspirada en una experiencia familiar real. www.cinesrenoir.com

Una experiencia real, ocurrida hace seis años en la vida de la cineasta Lulu Wang, motivó esta película, un drama con toques de comedia, donde la protagonista es la familia y en la que se ponen cara a cara la forma de vivir en dos sociedades muy distintas, la chica y la americana, entre las que se divide la identidad de la propia directora.

Awkwafina es Billi, el personaje que dirige esta historia, un relato inspirado, en palabras de la directora y guionista, en “una mentira real”. Lulu Wang, como su personaje, nació en China, pero con pocos años se trasladó con sus padres a vivir a EE.UU. Cuando esto ocurrió, estaba en el comienzo del montaje de su ópera prima, Posthumous.

“Esto era exactamente el tipo de historia que más me gusta contar: historias que mezclan el sufrimiento y lo absurdo”

“En medio de lo que es uno de los más estresantes y desalentadores momentos de la carrera de un cineasta novel”, recibió la noticia de que su Nai Nai (abuela) querida tenía una enfermedad y no le quedaba mucho tiempo de vida. Así comienza también The Farewell, que continúa con el viaje de la familia a China.

Los hijos de su Nai Nai han decidido no decirle nada de su estado de salud y han organizado la boda de otro de sus nietos con su novia japonesa, para tener una excusa y que toda la familia se reúna de nuevo en China y pueda pasar unos días con la abuela. Una boda-despedida con la que Billi no está muy de acuerdo. En EE.UU. roza lo ilegal esconder a un adulto su estado de salud.

“Cuando volví a China no solo estaba atrapada entre múltiples versiones de la verdad y múltiples versiones de mí misma”

"Todo el tiempo que estuve en China, tuve más preguntas que respuestas  -confiesa Wang-. Pero me di cuenta de que esto también era exactamente el tipo de historia que más me gusta contar: historias que mezclan el sufrimiento y lo absurdo. Esta situación tenía esa configuración real con forma de tornillo, pero había preguntas más importantes dentro de la comedia”.

“Cuando volví a China no solo estaba atrapada entre múltiples versiones de la verdad y múltiples versiones de mí misma, me sentí atrapada entre las creencias tradicionales chinas y los racionalistas modernos occidentales. Si bien estas tensiones eran difíciles y me producían ansiedad como miembro de la familia, me nutrían como cineasta”.