‘BUENOS VECINOS’ / Hafsteinn Gunnar Sigurðsson escribe y dirige esta comedia negra, historia de una disputa vecinal por un árbol, que se va intensificando absurdamente. www.cinesrenoir.com

“Las historias sobre vecinos que pelean sobre árboles son muy conocidas en Islandia”, asegura Hafsteinn Gunnar Sigurðsson, director y guionista de Buenos vecinos, una comedia negra marcada por el peculiar sentido del humor islandés y que se alzó con el Premio a la Mejor Película en el Hamptons International Festival.

Protagonizada por Steinþór Hróar Steinþórsson, Edda Björgvinsdóttir y Sigurður Sigurjónsson, la película narra una disputa que alcanza límites que nadie sospechaba. Atli es expulsado de su casa por su mujer, quien no le permite ver más a su hija, todo ello tras una supuesta infidelidad.

“Estos conflictos giran alrededor de asuntos menores que a veces pueden ser muy enconados, violentos incluso con gente respetable”

La única opción que le queda a este hombre es irse a vivir de nuevo con sus padres, que están envueltos en una pelea con sus vecinos debido a que su imponente y hermoso árbol da sombra en el patio de los mismos. Así, la vida de Atli empieza a ser una pesadilla entre su lucha por ver a su hija y esa confrontación vecinal.

“Lo que me estimulaba de esta idea era que estos conflictos pueden ser absurdamente divertidos, ya que giran alrededor de asuntos menores que sin embargo pueden desbordarse. A veces pueden ser muy enconados, violentos incluso con gente respetable que pierde su dignidad y autocontrol”, explica el director y guionista.

“Siempre me he sentido atraído por lo mundano en mis películas. Pienso que es una buena fuente de material cinematográfico”

Un incidente real sirvió de inspiración para la película, para la que habría que tener en cuenta algunas apreciaciones que subraya Hafsteinn Gunnar Sigurðsson. “Es importante es saber que los árboles no son muy comunes en Islandia, por lo que si tienes un viejo y bonito árbol en tu jardín, es poco probable que quieras talarlo. Por otra parte, si ese árbol da sombra sobre tu jardín, querrás que desaparezca, porque tampoco vamos sobrados de sol en Islandia. Es el tipo de dilema por desgracia difícil de resolver diplomáticamente”.

“Siempre me he sentido atraído por lo mundano en mis películas, y sí, pienso que es una buena fuente de material cinematográfico. Dado que nuestras vidas están, por lo general, hechas de lo cotidiano, este aspecto es el que mejor conocemos y constituye uno de los elementos que conecta nuestra existencia –dice el director-. Encontré un gran reto en construir un thriller sobre algo tan inocente y bello como un árbol, en elaborar una película bélica donde el hogar es el campo de batalla”.