Escrita y dirigida por Christine Molloy y Joe Lawlor, esta película está dedicada a una mujer y a “su inquebrantable dedicación a la búsqueda de la justicia, la independencia y la identidad nacional”. Ella es Rose Dugdale, una joven que desafió las convenciones y expectativas en una época de ferviente activismo político.

Nacida en 1941, era hija de un adinerado padre inglés, propietario de una finca de 240 hectáreas en Devon. Estudió filosofía en la Universidad de Oxford, en el Mount Holyoke College de Massachusetts y obtuvo un doctorado en economía en la Universidad de Londres.

Inspirada por las protestas estudiantiles de 1968, la joven se radicalizó políticamente y decidió vender acciones del sindicato familiar para distribuirlas entre los pobres. Era la forma en que Rose Dugdale daba la espalda a una vida de privilegios y comodidades.

Fue entonces cuando se unió al Ejército Republicano Irlandés (IRA) a principios de la década de 1970 para luchar por la independencia de Irlanda. Esta fue una elección en muy buena medida provocada por los trágicos sucesos ocurridos en el tristemente recordado como Bloody Sunday del 30 de enero de 1972.

Se hizo famos por el robo de importantes obras de arte en Russborough House. “A pesar de ser finalmente capturada y encarcelada por el asalto, Dugdale pasó a la historia. Durante su juicio, defendió sus acciones con un discurso apasionado y elocuente, denunciando la presencia colonial británica en Irlanda y justificando sus acciones como un golpe contra la opresión. Su defensa legal captó la atención de los medios de comunicación de todo el mundo, presentándola como un símbolo del compromiso del IRA con su causa”.