El profesor de inglés Bruce Farrer de una escuela secundaria de Saskatchewan, ya jubilado, cumplió el compromiso que había adquirido con miles de ex alumnos al enviarles por correo una carta escrita a mano que ellos mismos habían redactado cuando eran estudiantes de primer año de secundaria, para que la leyeran solo cuando llegaran a la edad adulta.

Farrer, de 72 años entonces, dedicó mucho tiempo a buscar las direcciones actuales de sus antiguos estudiantes. A través de las redes sociales y de otro tipo de pesquisas, este hombre fue localizando a todos los alumnos que hoy tienen más de treinta años y que han inundado Facebook de agradecimiento por los textos recibidos.

“Creo que nuestra sociedad actual es una sociedad de no compromiso”, dice Bruce Farrer en el texto que apareció en ese periódico, donde se explica que el profesor comenzó a pedir a sus alumnos que escribieran estas cartas al comienza de su carrera docente en 1961. “Decimos que vamos a hacer algo, ya sea en un matrimonio, con nuestros hijos o tal vez incluso con las organizaciones a las que nos unimos, y alguna pequeña cosa nos molesta y pensamos: 'Ya basta, me voy'. … Creo que es importante tener un sentido de compromiso y, tal vez de una manera menor, los niños ven que lo valoro”.