‘PARADISE HILLS’ / La cineasta Alice Waddington debuta en el largometraje con esta película, en la que revela un universo propio muy particular. El guion es de Nacho Vigalondo y Brian Deleeeuw. www.cinesrenoir.com

“La película tuvo que convertirse en un thriller de ciencia ficción refrescante y tropical”, afirma la cineasta Alice Waddington, que ha rodado su primer largometraje sobre un guion escrito por Nacho Vigalondo y Brian Deleeeuw, y ha revelado con él un universo propio muy particular y diferente.

Paradise Hills es la historia de una joven extrovertida llamada Uma, que una mañana se despierta en Paradise Hills, un centro de tratamiento de primera clase en una aislada isla mediterránea liderado por la Duquesa. Allí las familias acomodadas envían a sus hijas para convertirlas en versiones perfectas de sí mismas.

“Quería regalarle a mi yo de trece años, ese que se escondía en los baños del instituto a leer literatura fantástica, un cuento de hadas que hiciera de manzana venenosa”

A través de regímenes de tratamiento personalizados todas las deficiencias físicas y emocionales se resuelven en dos meses. La transformación está garantizada. Uma encuentra consuelo y amistad en otras residentes de Paradise Hills: Chloe, Yu y la estrella del pop Amarna. Pero pronto se da cuenta que detrás de toda esta belleza se esconde algún secreto muy siniestro.

La joven actriz Emma Roberts es la protagonista de esta película, en la que el inquietante personaje de la mujer conocida como la Duquesa, que está a cargo de la institución, queda en manos de Milla Jovovich. Con ellas, completan el reparto artístico de la película Danielle MacDonald, Awkwafina, Jeremy Irvine y Arnaud Valois.

“Nuestras chicas están bastante marginadas porque se niegan a adaptarse a las normas sociales. Personifican la idea de mujeres rotas”

“Quería también regalarle a mi yo de trece años, ese que se escondía en los baños del instituto a leer literatura fantástica, un cuento de hadas que hiciera de manzana venenosa. Lleno de todas las delicias visuales y narrativas que me fascinaban cuando era adolescente y veía El señor de los anillos o La historia interminable: fantasía, manga shôjo de los 90, ciencia ficción y pelis históricas. Sobre chicas jóvenes que se atreven a habitar mundos excéntricos, reales o imaginarios. Algo que nos hubiera motivado a mí y mis amigas a realizar nuestros sueños”, dice Waddington.

“Nuestras chicas están bastante marginadas porque se niegan a adaptarse a las normas sociales –continúa-. Algunas no desean un matrimonio concertado, otras buscan la libertad de amar a otro género o tienen mentes o cuerpos no normativos. Tampoco quieren gustarse entre sí al principio, pero terminan uniéndose, porque personifican la idea de mujeres ‘rotas’ que necesitan ser reparadas. Ellas ya andaban ‘encerradas’ juntas antes de poner pie en la residencia”.