‘THE RIDER’ / La directora Chloé Zhao firma una preciosa historia con la que reinterpreta la identidad de la figura del vaquero del oeste americano. Ganadora de la Quincena de Realizadores de Cannes y de la Seminci de Valladolid. www.cinesrenoir.com

El auténtico vaquero americano ya no es la figura que el cine de EE.UU. nos ha presentado en tantas y tan grandes películas. El ‘nuevo’ vaquero es un hombre que debe ir asumiendo su condición en este siglo XXI, un hombre físico, de acción, sí, pero que no tiene más remedio que dejar definitivamente de lado la imagen idealizada del cowboy.

La directora de origen chino Chloé Zhao ha hecho esta reinterpretación del clásico vaquero del oeste americano en esta película, una insólita mezcla que se mueve casi en el terreno del cine documental, pero con la sutileza y la delicadeza de la poesía. Una preciosa película que le valió el triunfo en la sección Quincena de Realizadores del Festival de Cannes y los premios de Mejor Película – Espiga de Plata en la Seminci de Valladolid, donde también conquistó los galardones a Mejor Dirección y Mejor Actor, para Brady Jandreau.

Brady Jandreau: “Por aquí, si un animal se lastima como yo, se lo sacrifica. Me dejaron vivir porque soy un ser humano, pero no es justo”

Este es un vaquero Lakota de veinte años, miembro de la tribu sioux Lower Brukle, que ahora vive en Pine Ridge. Jinete de caballos salvajes y entrenador de caballos, Brady Jaundreau sufrió un grave accidente en abril de 2016 en el rodeo PRCE en Fargo (Dakota del Norte). El animal le pisó la cabeza y le golpeó el cráneo. Estuvo a punto de morir. Tres días en coma, una placa de metal en la cabeza y otros problemas de salud asociados a este trauma han marcado a este hombre, al que los médicos aconsejaron que no volviera nunca jamás a montar.

La historia anterior de Brady había llamado la atención de la cineasta que, tras el accidente, visitó al vaquero y comenzó a preguntarse por qué seguía montando y poniendo en riesgo su vida. El proceso de Brady, con sus amigos vaqueros, su padre y su adorada hermana, hacia una decisión que tendrá que ser definitiva es el recorrido que realiza esta película.

“Pensé lo que sería para hombres jóvenes vivir en la América profunda sin poder identificarse con la imagen idealizada de un vaquero”

“Por aquí, si un animal se lastima como yo, se lo sacrifica. Me dejaron vivir porque soy un ser humano, pero no es justo. No sirvo para nada si no puedo hacer lo único que sé hacer", dijo Brady a Chloé Zhao en una de sus conversaciones. Y justamente fue eso lo que conmovió a la cineasta, que comenzó a pensar en el impacto psicológico que sufría el joven.

La cineasta reflexionó sobre las consecuencias de lesiones como la de Brady en hombres jóvenes como él: “Cómo debe ser vivir en la América profunda sin poder identificarse con la imagen idealizada de un vaquero, una imagen que estos jóvenes intentan imitar hasta el final de sus vidas”.