‘ENTRE DOS AGUAS’ / Concha de Oro en San Sebastián y Mejor Película en Mar de Plata, la nueva película de Isaki Lacuesta es un ejercicio cinematográficamente extraordinario, de gran humanidad y emoción. www.cinesrenoir.com

Han pasado doce años desde La leyenda del tiempo, una película en la que Isaki Lacuesta contaba en paralelo la historia de un chico gitano de San Fernando que cantaba flamenco y una joven japonesa, Makiko, que quería cantar como Camarón. Ahora, el cineasta ha vuelto al barrio de la Casería, en la Isla de León, para reencontrarse con el primero, Isra, y con su hermano Cheíto.

Personajes reales y una historia inspirada en vidas reales, las de los protagonistas y sus amigos, para una ficción que ganó merecidísimamente la Concha de Oro en el Festival de Cine de San Sebastián y que ha conquistado muy recientemente el Premio a la Mejor Película en el Festival de Mar de Plata, donde Israel Gómez Romero se ha alzado con el galardón al Mejor Actor.

La realidad de los habitantes de la Isla de León no ha cambiado, la miseria, la falta de trabajo, la desesperanza, la droga y la cárcel siguen ahí

Entre dos aguas es un juego cinematográfico con el tiempo, aliado de Lacuesta y enemigo de los personajes de esta historia. La realidad de los habitantes de la Isla de León no ha cambiado, la miseria, la falta de trabajo, la desesperanza, la droga y la cárcel siguen ahí, igual o peor que antes. Una sorpresa dolorosa y triste para el equipo de la película, que todavía vivía con la ilusión del posible futuro que tendrían aquellos dos hermanos gitanos de La leyenda del tiempo.

En la película, Isra está encarcelado por narcotráfico y Cheíto enrolado en la Marina. Cuando Isra sale de la cárcel y Cheíto termina una larga misión que le ha llevado a Somalia y las Seychelles, ambos regresan a la Isla de San Fernando. El reencuentro de los hermanos renovará el recuerdo de la muerte violenta de su padre cuando eran niños.

“El guion parte de experiencias reales de Isra y Cheíto, experiencias que forman parte de su imaginario, sus deseos y sus miedos más fuertes”

Ahora Isar tiene 26 años y quiere recuperar a su mujer y a sus tres hijas. Busca desesperadamente un trabajo que no existe, pero la pobreza de la zona parece empujarle indefectiblemente al narcotráfico si quiere subsistir y hacer que a vida de sus niñas sea más amable que la propia. Isra se mueve constantemente entre esas dos aguas, hundido a veces hasta casi la desesperación por no encontrar salida.

“El guion parte de experiencias reales de Isra y Cheíto, y de otras que han ocurrido a gente muy cercana y que ellos interpretan aunque no las hayan vivido en primera persona. Son experiencias que nos han transmitido y que forman parte de su imaginario, sus deseos y temores más fuertes. Como la cárcel”.