Christian, el protagonista de Noche de vino y copas, es un danés repentinamente encerrado en un mundo al que no pertenece y que no comprende. De Dinamarca y sus frías y ordenadas costumbres, ha pasado a Buenos Aires, con sus ritmos de tango y su pasión por el fútbol. Un personaje fuera de su sitio que, sin embargo, sabe encontrar ahí su felicidad.
'King Kong', Merian C. Cooper y Ernest B. Schoedsack (1933)
King Kong no pertenece, desde luego, a la gran ciudad, su mundo no son los rascacielos, el tráfico y el ruido atronador. Su presencia entre las calles de asfalto es una traición, una emboscada que no puede terminar bien de ninguna manera.
'Con faldas y a lo loco', Billy Wilder (1959)
Joe y Jack (Tom Curtis y Jack Lemmon) no deberían haber estado en el lugar y en el momento en que allí se produjo (Chicago, 1929) la masacre de San Valentín, pero si ese hecho no hubiera ocurrido, jamás se hubieran embarcado en la aventura musical con aquellas chicas y no hubieran encontrado el amor.
'My Fair Lady', George Cukor (1964)
Eliza Doolittle (Audrey Hepburn) no es el tipo de mujer que esté acostumbrada a moverse entre la alta sociedad. Desubicada, pero de la mano del profesor Higgins, poco a poco va mejorando en su dicción y su fonética y cada vez está más cerca de aprobar el experimento del que es objeto. Otro caso de final en positivo para un personaje fuera de su sitio.
'Regreso al futuro', Robert Zemeckis (1985)
Michael J. Fox, en su papel de Marty McFly, viaja al pasado, a la época en que su madre era joven, cuando él no había nacido. Definitivamente no es su sitio, pero en él aprende y descubre muchísimas cosas que no hubiera averiguado en ningún otro lugar.
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