Dirigida por Larry Charles (Borat), la película es divertida, ágil y exponente de la cultura gay. Un relato festivo que presenta a dos hombres de negocios que empiezan a trabajar en la misma empresa y ahí descubren que son gemelos idénticos que fueron separados al nacer. Lo siguiente es intentar que sus padres no se divorcien.

“Mis pezones parpadean, nunca estornudo”, cantan los personajes de esta comedia loca que abraza el caos y rehúye la respetabilidad con enorme éxito. En Rabos: el musical los creadores se ríen mucho y se ríen de todo y de todos… Y se divierten a lo grande cantando temas con letras muy descaradas.

Las canciones, algunas premeditadamente obscenas, otras, sexualmente explícitas, todas, divertidas, son obra de los creadores Aaron Jackson y Josh Sharp, junto con Karl Saint Lucy y Marius de Vries, y todas se cantaron en el set de rodaje en directo para la película.

No One Understand es, probablemente, la canción más divertida de todas, una balada pop sobre las luchas personales de los dos personajes principales. Nadie sabe lo que es ser “un hombre con mi vida específica que dice estas palabras específicas “. Y All Love is Love es la más atrevida. En ella se anuncia que Dios, encarnado por Bowen Yang, es gay. Es una invitación a que el público corre la letra con ellos, al ritmo de una música muy pegadiza.