La colaboración de Sean Baker con el actor Karren Karagulian, que ha trabajado con el cineasta desde su primer largometraje, Four Letter Words (2000), está en el origen de esta película. El intérprete está casado con una mujer ruso-americana y el director quería explorar la realidad de esa comunidad en EE.UU.

Este interés y el que mantiene desde hace algunos años por las circunstancias que rodean a las y los trabajadores sexuales se encontraron en esta comedia loquísima, muy divertida y con la que, desde el humor, consigue poner patas arriba muchos de los estereotipos que ha creado Hollywood a lo largo de la historia.

Mikey Madison encarna a Ani, la protagonista, una joven prostituta que se casa con un joven ruso muy rico, pero todo se complica cuando aparecen los padres de él, relacionados con la mafia, para deshacer el matrimonio.

 “Siempre vi a Ani como una luchadora, una embaucadora inteligente. Me atraía explorar su vertiente más dura, y también lo que es y deja de ser cuando está con gente. Ani se ha creado un personaje para estar con sus clientes, pero me interesaba saber quién era cuando estaba sola o con amigos. También pensé que quizá no era muy consciente de sí misma, lo que equivalía a una forma de autoprotección”, dice Sean Baker de su actriz y de su personaje.

 “Ani no está nada nerviosa a pesar de que le han dicho que Ivan tiene dinero. Eso no es habitual. Muchas trabajadoras sexuales y bailarinas me dijeron que los jóvenes no gastan mucho en los clubes. Más bien intentan sacar lo más posible por lo que han pagado. Pero Ivan es alguien inesperado, no tiene nada de amenazante; solo es divertido, quiere pasarlo bien, tiene más o menos la edad de Ani, y esta no puede resistirse a su encanto”, añade la actriz.