“La protagonista puede ser, de alguna manera, un símbolo de los tiempos difíciles que vivimos. Los problemas que tienen son universales”, dijo el cineasta Mike Leigh en San Sebastián, durante la presentación de la película en la sección oficial del certamen.

M única familia es la historia de una mujer, Patsy, para quien la vida es una lucha constante. Llena de dolor físico y mental, su manera de relacionarse con el mundo es a través del enfado y la confrontación: discute con su familia, con su dentista, con su médico, con la cajera del supermercado... Su marido Curtley hace tiempo que no sabe cómo tratarla; Moses, su hijo, vive inmerso en su mundo, apenas dice una palabra y lo único que hace durante el día es caminar sin rumbo por la ciudad.

“Cuando ves la película te preguntas si necesita ayuda, pero no te damos una respuesta. Millones de personas experimentan estos problemas en sus vidas, en sus relaciones. Al salir de la película, queremos que el espectador reflexione sobre sus propias experiencias, en lugar de proporcionar las respuestas nosotros mismos”.

Una primera parte que provoca la sonrisa, a veces incluso la carcajada, siempre ante las elaboradísimas contestaciones de Patsy, cargadas de veneno y de mal humor, se convierte luego en esta historia es un drama que profundiza en la desesperanza, en el descontento social y personal, y que ahonda en los problemas de la depresión.