Producida por el mismo director a través de Mundo Cero, sello que nació para dar vida a películas de cine social, atentas a los problemas de hoy, Cuatro paredes es una historia que refleja la realidad de muchas familias monoparentales en España. En nuestro país el 81% de las familias monoparentales son mujeres y uno de cada dos niños de estas familias vive bajo el umbral de la pobreza.

A punto de cumplir 10 años, Sofía pierde a su padre en un accidente que lo cambia todo. Ahora vive sola con su madre, Juana, enfrentándose a una realidad que nunca imaginaron: la fina línea que separa la estabilidad de la pobreza se desmorona bajo sus pies.

Juana lucha desesperadamente por proteger a Sofía de la precariedad y de la depresión que la acecha, esforzándose por mantener una apariencia de normalidad. Mientras tanto, Sofía encuentra un refugio en su pasión por el teatro, donde la magia de los ensayos para la obra de fin de curso parece ofrecerle una salida momentánea de su realidad.

La pequeña Sofía Otero, ganadora del premio de interpretación en Berlinale por su debut en 20.000 especies de abejas, y Manuela Vellés son las dos protagonistas de esta historia, en la que las acompañan Elena Irureta, Ramón Barea y Roberto Álamo.

“En la película hemos querido mostrar ese proceso de cuidado, esa necesidad por parte de ambos personajes de cuidarse mutuamente cuando se quedan aparentemente solas. Esa fuerza de intentar seguir adelante frente a todas las adversidades que la vida les está poniendo -dice el director-. Sofía busca en el teatro una vía de escape a su realidad cotidiana, Juana solo podrá luchar contra los condicionantes de la vida. Los tradicionales cuidados y comportamientos que esperamos de una madre hacia su hija cambiarán de manos y Sofía, tendrá que ejercer un papel que nunca a una niña le debería tocar”.