‘INFILTRADO EN EL KKKLAN’ / Spike Lee alza su voz contra al racismo en EE.UU. con esta película inspirada en un asombroso caso real. Intriga, acción y humor, para una gran película de denuncia. www.cinesrenoir.com

Ganadora del Gran Premio del Jurado en Cannes, la nueva película de Spike Lee es un grito de denuncia contra el racismo salvaje en EE.UU., una historia inspirada en un sorprendente caso real que en manos del cineasta se revela cargada de fuerza y sentido del humor, con dos actores –John David Washington y Adam Driver- en estado de gracia.

Con un guion escrito por el propio Spike Lee junto con Charlie Wachtel, David Rabinowitz y Kevin Wilmott, sobre el libro de Ron Stallworth, la película cuenta también en el reparto con la participación de los intérpretes Laura Harrier, Topher Grace, Corey Hawkins y Alec Baldwin, en la voz del narrador. El filme se proyectó en la Sección Perlas del Festival de San Sebastián.

Jordan Peele: “Siento que vivimos en una época en que partes de este país ya no saben quiénes son los buenos y quiénes son los malos”

Ambientada a principios de los años setenta, Infiltrado en el KKKlan muestra la gran agitación social de aquella época, con la encarnizada lucha por los derechos civiles como telón de fondo. En ese contexto, Ron Stallworth se convirtió en el primer detective negro del departamento de policía de Colorado Springs.

Aunque fue recibido con escepticismo y hostilidad por los mandos y por los agentes, este oficial no se dejó atemorizar y decidió seguir adelante y hacer algo grande por su comunidad. Se embarcó en una misión especialmente peligrosa: infiltrarse en el Ku Klux Klan y exponerlo ante la ciudad. En su tarea le ayudó su compañero Flip Zimmerman.

"Nazismo, supremacismo blanco, el Klan, ellos son los malos. Ellos son los intolerantes, los que odian”

“Siento que vivimos en una época en que partes de este país ya no saben quiénes son los buenos y quiénes son los malos”, dice Jordan Peele, alma del proyecto y productor. Peele, ganador del Oscar al Mejor Guion por su película como director Déjame salir, solo pidió a Spike Lee que la historia contuviera humor.

"Nazismo, supremacismo blanco, el Klan, ellos son los malos. Ellos son los intolerantes, los que odian. Hemos llegado a un punto en que el presidente de Estados Unidos los define como 'buena gente', causando una polaridad muy clara. Esta película no está hecha solo para entretener al público, sino que nos hará experimentar algo que pueda ayudarnos a restablecer nuestra moral rectora en cuanto al racismo y a la supremacía blanca se refiere en este país".