‘LA TRINCHERA INFINITA’ / Premio a la Mejor Dirección, al Mejor Guion y Premio del Cine Vasco en el Festival de San Sebastián. Antonio de la Torre es el protagonista. www.cinesrenoir.com

El actor Antonio de la Torre es el protagonista de la nueva película de Aitor Arregi, Jon Garaño y José María Goenaga. Los dos primeros firmaron juntos Handia, mientras que Garaño y Goenaga son autores de 80 egunean y Loreak. Ahora se han reunido los tres para contar esta historia de la Guerra Civil española, rodada sobre un guion de Luiso Berdejo y Goenaga.

Ganadores de los premios a la Mejor Dirección, Mejor Guion y Premio del Cine Vasco en la reciente edición del Festival de San Sebastián, el trío de directora ha contado en el reparto, al lado del actor principal, con la participación de intérpretes como Belén Cuesta, Vicente Vergara, José Manuel Poga y Emilio Palacios.

“La película pretende ser una alegoría sobre el miedo. A través de un encierro físico se habla del encierro psicológico”

La trinchera infinita es la triste historia de Higinio Blanco y de su mujer Rosa. Llevan pocos meses casados cuando estalla la Guerra Civil y todo en su vida cambia radicalmente. El día a día de Higinio se transforma, su vida corre peligro y tendrá que tomar una decisión muy dura para ambos.

Con ayuda de su mujer utilizará un agujero cavado en su propia casa como escondite provisional. El miedo a las posibles represalias así como el amor que sienten el uno por el otro les condenará a un encierro que se prolongará durante más de treinta años. Toda una vida escondido.

“La historia conecta con la de muchas otras personas que tuvieron que esconderse en el marco de guerras internacionales”

“La película pretende ser una alegoría sobre el miedo. A través de un encierro físico se habla del encierro psicológico: sobre el miedo a ser descubierto, el miedo a dar el paso, el miedo a mostrarse tal y como uno es”, explican Aitor Arregi, Jon Garaño y José María Goenaga.

La historia de los ‘topos’ de La trinchera infinita “conecta con el de muchas otras personas que tuvieron que esconderse en el marco de guerras internacionales. Desde los dos años y medio que se ocultó Anna Frank de los nazis, hasta los más de 25 años que estuvo escondido el soldado japonés Teruo Nekamura tras el final de la II Guerra Mundial”.