La nueva película del cineasta Alexander Payne, Los que se quedan, nació hace unos diez años cuando vio la película francesa Merlusse (1935), de Marcel Pagnol. Era la historia de unos estudiantes internos en un colegio que durante las vacaciones tenían que quedarse en el centro con un profesor odioso.

Ahora, con el guion de David Hemingson, Payne recupera aquella idea, de la que ha nacido esta película, donde el que se ve obligado a quedarse en el colegio es el profesor, un cascarrabias que, poco a poco, establecerá un vínculo especial con uno de los alumnos que ha quedado allí en Navidad y con la jefa de cocina.

Los que se quedan es el reencuentro de Alexaner Payne con el actor Paul Giamatti, que encarna a Paul Hunham, el profesor, un tipo solitario, bastante insoportable y muy agrio con los estudiantes. Con él, dos magníficos intérpretes, Dominic Sessa, en el papel de Angus Tully, la jefa de cocina, y un debutante sorprendente, Da’Vine Joy Randolph.

“Me centro en lo que espero que sean historias muy humanas en contraposición a historias de estratagemas, convenciones o ardides. Me gusta tener un protagonista y una historia que se aproximen a la vida real más que a la vida cinematográfica. Además, yo también estudié Historia en la universidad y sigo leyendo mucho sobre esa materia”, dice el director.

“Mucha de la gente que aparece en la película son personajes compuestos de retazos de personas que conocí en el colegio”, afirma el guionista, quien añade: “Es un mundo muy diferente, un mundo muy enrarecido, pero lo que está claro es que hay mucho juego de dinero y privilegios, y también mucho dolor. La adolescencia es una época difícil”.