Un “ejercicio de fe” es la definición que el director Rafa Cortés hace de esta película, historia de dos parejas que se van de viaje a Samaná para celebrar sus veinte años de amistad. Allí, tras una confesión sobre el origen de las parejas que son hoy, las cosas cambian radicalmente entre ellos.

“No sabíamos cómo iba a terminar la película”, confesó en el Evolution Mallorca Film Festival Bárbara Santa-Cruz, que explicó que los dos meses de rodaje fueron especialmente intensos y, según Luisa Mayol, en algunos de ellos “no había distinción entre lo real y lo ficticio”.

La película, que cuenta también en el reparto con Charles Dance, Alfredo Castro, Félix Tejeda, Andresito Germosen, Lidia Ariza, Laura Díaz y Yaritza Reyes, es una comedia dramática que, aunque sin guion previo, tenía un relato muy claro sobre el que trabajar.

Es una comedia dramática que nos muestra cómo nuestro destino y la gente que forma parte de él interactúan y nos afectan e influyen de forma inesperada”, ha escrito el director en las notas de producción, donde cuenta que se rodó en Samaná, en la República Dominicana, y en estricta cronología para propiciar un proceso de trabajo basado en la improvisación de los actores, manteniendo vivo y cambiante el contenido de la trama a lo largo del rodaje.