La película arranca en la ciudad de Madrid en 1936, cuando un joven Miguel Gila vive tranquilo y feliz con sus abuelos en una humilde buhardilla. Estalla la Guerra Civil y ello le obliga, junto a su amigo Pedro, a acudir a la lucha. Allí Gila sobrevive a miserias, batallas, al fusilamiento y a la cárcel gracias a su humor. Por esta forma única de interpretar el mundo que le rodea, Gila se convertirá en uno de los cómicos más populares de España y Latinoamérica.

Natalia de Molina, Carlos Cuevas, Salva Reina y Adelfa Calvo completan el reparto de este filme, es un relato que subraya la necesidad que todos tenemos en la vida del humor. “Mi padre decía que no había nada de lo que no pudiéramos reírnos. Esta frase, una declaración de intenciones, la dice Gila, pero también la dice mi propio padre, y mi madre, y la gente de mi tierra, Andalucía, y de España, es el carácter de esta sociedad, el humor para sobrellevar la vida que nos golpea una y otra vez, reírse de todo y con todos”, dice el director, que encuentra en el cómico a uno de los mejores ejemplos de ello.

“Nadie mejor para contarnos esa historia en forma de fábula que el propio Gila en primera persona. Alguien que tuvo que sobrevivir a una guerra para inventarse una nueva forma de humor que nace en las mismas tripas del drama”.