El encuentro imaginado tiene lugar en la residencia de Londres de Sigmund Freud, donde éste vivía con su hija Anna. Hasta allí acude el escritor, apologista cristiano, C.S.Lewis, muy conocido por ser el autor de Las crónicas de Narnia.

La existencia o no de Dios es el tema esencial sobre el que debaten ambos personajes, aunque no es el único. Lo que está sucediendo alrededor, con el mundo sumido en una terrible guerra; el libre albedrío de la humanidad y la complejidad psicológica, sexual y social de la personalidad humana; las relaciones personales de los personajes, especialmente la de Freud con su hija Anna y la de Lewis con la madre de su amigo muerto en la batalla, son otros asuntos que se discuten en esta reunión.

"Esta película trata realmente sobre los grandes temas: la vida, la muerte, la compasión y la tolerancia", dice Matt Brown sobre la película. "Tiene que ver con el debate que Freud y Lewis tienen sobre la teología y la ciencia, pero lo que me encantó fue que, aunque ninguno de los dos se anda con rodeos, nunca dejan de respetarse mutuamente”.

"El hecho es que repetimos la historia una y otra vez, y es muy frustrante", añade el director, que se lamenta de que la condición humana “no cambia necesariamente. Tenemos cosas que tenemos que hacer para crecer y evolucionar, y si elegimos evolucionar o no, depende de nosotros. Pero definitivamente, en 2023, estamos viviendo un momento que sí se parece al que Freud y Lewis estaban viviendo en aquel otoño de 1939, cuando el mundo parecía fuera de control”.

“Vivimos a la sombra del fascismo y la tiranía en casa y en el extranjero, y con tanta intolerancia y violencia a nuestro alrededor -sentencia- La sensación de tristeza y miedo de hacia dónde se dirige el mundo en este momento puede ser abrumadora. Esta película es, desafortunadamente, ahora tan oportuna como siempre".