Terrence Malick ha trabajado con cinco montadores en To the Wonder, un hecho que no resulta insólito en su carrera (La delgada línea roja tuvo tres, El árbol de la vida, cinco) aunque sí poco habitual en el cine. Un director normalmente encuentra en algún momento la complicidad con un montador y con él hace la mayor parte de su recorrido artístico. Scorsese y Thelma Shoonmaker o Coppola y Walter Murch son dos de los encuentros más célebres y más celebrados. En el caso de Ang Lee, su cómplice es Tim Squyres, que ahora imparte una Master Class en Barcelona en la que habla sobre el trabajo en La vida de Pi.

 

Tim Squyres es colaborador habitual de Ang Lee, ha trabajado con el cineasta en los títulos mencionados y en muchos otros (Comer, beber, amar; La tormenta de hielo, Sentid y sensibilidad, El banquete de bodas…), firmó el montaje de Gosford Park, de Robert Altman; de Syriana, de Stephen Gaghan… Este año ha participado en el montaje de dos películas documentales, con Jonathan Demme y con Alex Gibney. (Tim Sqyres: 15 de abril, en Aula Europa)