‘NO LLORES, VUELA’ / Jennifer Connelly y Cillian Murphy protagonizan la nueva película de la cineasta peruana Claudia Llosa, que con ella explora territorios del ser humano para los que no existen certezas ni respuestas. www.cinesrenoir.com
Un hijo que localiza a su madre veinte años después de que ésta se marchara. Una madre que decide apostar todo a su evolución como artista y como sanadora. Una joven que abandona su vida y se aferra a una última posibilidad. La cineasta Claudia Llosa se adentra en territorios de la ambigüedad humana y se hace preguntas sobre el perdón, la culpa, la maternidad, el dolor, la fragilidad…
Jennifer Connelly y Cillian Murphy protagonizan esta nueva película de la directora peruana, que se estrenó en el Festival de Cine de Berlín y posteriormente en el Festival de Málaga. Mélanie Laurent, William Shimell y Oona Chaplin completan el reparto.
LA GRAN ILUSIÓN.- Su película habla de muchos temas: la maternidad, la culpa, el perdón, la curación, la muerte… ¿cuál le interesaba más?
CLAUDIA LLOSA.- El azar, lo que no controlas. La vulnerabilidad del ser humano y cómo queremos dormir ésta a toda costa aunque sepamos que está en nuestra naturaleza. Los seres humanos queremos la seguridad, pero cuando no la tenemos ¿a qué recurrimos?
LGI.- ¿Esas vías a las que recurrimos es lo que explora con la película?
CLL.- Sí. Hay mecanismos como el arte o la risa para poder sublimar y poder continuar. Hay que dejar ese espacio a lo no certero. Pero la verdad es que no queremos aceptar ese lado misterioso de la vida. Si encontramos la capacidad de aceptar nuestra vulnerabilidad, podemos seguir adelante.
“Me interesaba mucho investigar el azar, lo que no controlas, la vulnerabilidad del ser humano”
LGI.- ¿Cómo puede el arte ayudar a ello?
CLL.- Es un mecanismo más, tiene mucho que ver con la subjetividad y es más libre que la religión y las creencias. Dicen que la risa es lo que nos permite sobrevivir a todo, que es el elemento sublimador. Yo creo que el arte también lo es.
LGI.- En el recorrido que hacen sus personajes hay mucho sentimiento de culpa y en el fondo queda la necesidad o no de perdón…
CLL.- Sí, planteo la pregunta de si es tan importante el perdón para poder continuar. Pero solo hago las preguntas. El cine es una manera de explorar y sería muy pretencioso por mi parte contestar a estas cuestiones. Ahora el ser humano busca la certeza a costa de todo, pero eso solo da una falsa seguridad y la incapacidad de aceptar. Y yo, ante eso, me sigo haciendo preguntas. Y me pregunto si se puede perdonar lo inaceptable y ¿cómo puedo continuar? ¿perdonar es justificar? yo creo que no.
“Ahora me pregunto si se puede perdonar lo que es inaceptable y si perdonar significa justificar”
LGI.- Los espectadores de hoy son esas personas que buscan certezas, ¿no es muy arriesgado, entonces, presentar una película que pregunta y no responde y que bucea en las ambigüedades del ser humano?
CLL.- Sí, seguramente, pero lo que yo espero es que el espectador tenga un viaje emocional, que siente que ha hecho un viaje con la película. Además, por más que yo me aferrara a mis certezas, quienes vieran la película añadirían su subjetividad y entonces su manera de verlo no tendría nada que ver con lo que yo planteo. Me interesa explorar esos espacios donde no hay una respuesta. Por otro lado, también hay espectadores que se sienten atraídos por estos temas.
Guion: CLAUDIA LLOSA. Producción: IBON CORMENZANA, MARK JOHNSON, JOSÉ MARÍA MORALES Y JÉRÔME VIDAL. Fotografía: NICOLÁS BOLDUC. Montaje: GUILLERMO DE LA CAL. Música: MICHAEL BROOK. Reparto: JENNIFER CONNELLY, CILLIAN MURPHY, MÉLANIE LAURENT, WILLIAM SHIMELL Y OONA CHAPLIN. Distribuidora: WANDAVISIÓN. Estreno: 23 de enero de 2015.
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