En este nuevo encuentro del cineasta con la veterana actriz francesa se cuenta la historia de Iris, una viajera misteriosa, que vagabundea por las afueras de Seúl, donde convence a una serie de personas para enseñarles francés con un método tan poco ortodoxo como seductor, y sin tener ninguna experiencia.

Entre paseos por el parque y botellas de vino de arroz makgeolli, Iris parece de pronto una más de la familia. Con sombrero de paja, vestido de flores y chaquetilla verde, su personalidad desinhibida crea a su alrededor un clima de confianza, diversión y aprendizaje que provoca momentos hilarantes fruto de su desparpajo y algún malentendido.

“Creo que la película dice mucho sobre la soledad de alguien, el intento de alguien de... vivir, simplemente vivir con sencillez y conectar con otras personas. Al final, hace una declaración muy filosófica sobre lo que significa estar vivo, lo que significa ser un ser humano, lo que significa estar solo y lo que significa estar acompañado. Así que aborda muchos temas muy importantes”, dijo la actriz en el Festival de Berlín durante la presentación de la película, que se alzó con el Gran Premio del Jurado.

“Puede que suene muy irresponsable, pero en cierto modo no sé qué estoy haciendo”, confesó el cineasta en la Berlinale, donde dijo: “Tengo un objetivo y he reconocido un método de trabajo que me gusta, que he desarrollado. Creo en un cierto ‘acontecimiento’ entre las personas. Isabelle y yo, el clima y yo, los lugares y yo. Todas estas cosas ‘suceden’. Quiero que mi guion, mis pocos objetivos, me lleven a un lugar más abundante donde ocurren más cosas, y luego trato de capturarlos y organizarlos de una manera más natural”.