Klaudia Reynicke abandonó Perú, con su madre y el marido de ésta, cuando tenía solo diez años. La situación social, económica y política del país eran muy inestable y, como muchos otros en Perú, dejaron el país para asentarse en Europa o en EE.UU. Con el tiempo, la cineasta sintió que necesitaba regresar y reconectar con sus raíces.

Reinas es el resultado del impulso que asaltó a la directora de mezclar su historia personal con su visión cinematográfica. “Debido a que la noción de familia define una parte importante de mi identidad, quería proporcionar una mirada perspicaz a una familia en el contexto particular que nos hizo partir en ese entonces”.

“Focalizarme en dos hermanas jóvenes que poco a poco aceptan a un hombre, su padre biológico, a quien apenas conocen como padre, fue una oportunidad para explorar los desafíos de la infancia y la paternidad simultáneamente, a través de una partida planificada y el deseo de pertenecer”, explica la cineasta.

La película habla también de la separación, de la emigración, de la esperanza de caminar hacia una vida mejor, del crecimiento personal y como colectivo… todo ello narrado desde distintas localizaciones en Perú, desde el desierto cerca de la capital, Lima, hasta la playa de Punta Negra, además de varios barrios de Lima, que van desde el centro de la ciudad hasta el balneario del Callao, Pueblo Libre, San Isidro y Miraflores.