Tras el trabajo con Ishana Shyamalan en el debut como directora de ésta, Vigilantes, el director y guionista colabora por primera vez con su otra hija, Saleka, quien ahora interpreta a Lady Raven en el filme de su padre. Además, los personajes centrales de la historia, un padre que lleva a su hija a un concierto, permitan a Shyamalan profundizar un poco en esa relación tan especial.  l concierto del relato es en realidad una trampa para cazar a ese padre y ahí es donde la experiencia personal del cineasta se separa de la de su personaje.

“Obviamente, lo del padre y la hija es parte de lo que soy. Soy padre de tres niñas, y así es como veo las cosas. Veo el mundo a través de sus ojos. Mi miedo al mundo es por ellas; protegiéndolas o sobreprotegiéndolas, y luego queriendo que me admiren y estén orgullosas de las cosas que digo y hago. Cuando no me va bien, o no hago algo bien, me siento mal. La trampa son todos esos miedos”, declaró M- Night Shyamalan en una entrevista con Screen Rant.

Esos miedos y los que el cineasta experimentó cuando vio El silencio de los corderos, película que confiesa que ha sido una gran inspiración para este trabajo, para el que también se ha basado en un concierto real de Taylor Swift.