El director y guionista Luc Besson construyó la historia de esta película sobre las preguntas que le surgían al recordar la terrible historia de una familia francesa que metió a su propio hijo en una jaula cuando tenía cinco años. “De ahí surgió la cuestión de cómo algo así afecta mentalmente a una persona. ¿Cómo se sobrevive y qué se hace con el sufrimiento?”

La respuesta a estas cuestiones sería Douglas, el personaje principal del relato, “un joven perdido que no tiene nada que perder”, en palabras del actor Caleb Laundry Jones, que recibió encendidos elogios por parte de la crítica en el Festival de Venecia tras la proyección del filme.

“Las ilusiones de Douglas superan enormemente su realidad, y creo que él necesita desesperadamente escapar de su vida cotidiana. Al mismo tiempo, es un hombre íntegro y honesto”, explica el intérprete, que rodó cronológicamente, de modo que pudo centrarse en la evolución del personaje.

“Luc Besson me dijo que me centrara en el presente: en la primera semana, en la segunda semana, etc., y que me tomara las cosas día a día. Después de las dos primeras semanas, pude concentrarme al máximo en las escenas que más temía. Volvía al hotel, preparaba esas escenas y trabajaba con otro actor, Tonio, durante 4 o 5 horas. Gracias a este trabajo de preparación pude memorizarlo todo. Cuando comenzamos a rodar estas secuencias, estábamos preparados, y Luc lo notó. Todo lo que ya habíamos filmado había alimentado mi actuación, y podíamos estar en la misma sintonía”.